Rodrigo Díaz M.
La policía ha confiscado el pasaporte del expresidente brasileño Jair Bolsonaro y le ha acusado de editar un borrador de decreto para anular los resultados electorales, presionar a jefes militares para que se unan a un intento de golpe de Estado y conspirar para encarcelar a un juez del Tribunal Supremo.
La operación policial incluyó órdenes de registro contra cuatro ex ministros y la detención de varios ex ayudantes. El círculo íntimo de Bolsonaro está siendo investigado por supuestamente planear un golpe militar tras su derrota electoral frente al presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el 2022.
El exmandatario, un populista de extrema derecha a menudo comparado con el expresidente estadounidense Donald Trump, se encontraba en su casa de la playa en el estado de Río de Janeiro cuando la policía llegó en la madrugada del jueves, exigiendo el pasaporte.
La Policía Federal de Brasil ya tiene en su poder el documento, que se encontraba en la capital, Brasilia, según ha informado el portavoz de la familia Bolsonaro, Fabio Wajngarten, en las redes sociales.
Según la decisión del juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes que desencadenó la operación, Bolsonaro recibió en noviembre del 2022 un proyecto de decreto elaborado por sus ayudantes para anular los resultados electorales y emitir órdenes de arresto contra Moraes, el también juez del Supremo Gilmar Mendes y el líder del Senado, Rodrigo Pacheco.
A pedido de Bolsonaro, el proyecto de decreto fue modificado, pero el arresto de Moraes y la exigencia de nuevas elecciones se mantuvieron, dijo la orden judicial, citando investigaciones policiales.
Después de modificar el decreto, Bolsonaro convocó a los comandantes militares y los presionó para que apoyaran un golpe de Estado, según el relato de la policía, basado en registros telefónicos y en el testimonio del ex ayudante de campo del expresidente.
Bolsonaro ya ha sido declarado inelegible políticamente hasta el 2030 por difundir falsedades electorales, y se enfrenta a varias otras investigaciones penales que podrían llevarlo a la cárcel. Bolsonaro ha negado haber cometido delito alguno y califica las investigaciones de motivaciones políticas.
La semana pasada, la policía federal registró propiedades vinculadas a su hijo, Carlos Bolsonaro, bajo la sospecha de que utilizó datos recogidos ilegalmente por la agencia de espionaje Abin para atacar a los rivales de su padre. Bolsonaro ha negado haber cometido delito alguno.