Rodrigo Díaz M.
En el primer trimestre de este año, la población de Canadá creció al ritmo más rápido registrado desde antes del inicio de la pandemia.
La población repuntó gracias a la recuperación de los niveles de inmigración previos a la pandemia y al regreso de los estudiantes internacionales, según un reciente informe de RBC.
La inmigración ayudó al aumento de la población de Canadá con unas 82 mil personas que llegaron al país durante el primer trimestre de este año. El impulso del gobierno federal para animar a los residentes temporales en Canadá a solicitar la residencia permanente dio lugar a un elevado número de nuevos inmigrantes que ya vivían en el país.
Los estudiantes internacionales y los titulares de permisos de trabajo tras la graduación (PGWP) fueron los principales impulsores del crecimiento de la población canadiense. Los nuevos permisos de estudio aumentaron un 44% de un año a otro, lo que supone un giro completo con respecto al año pasado, cuando la población de estudiantes internacionales se redujo en 60 mil personas.
En el primer trimestre de 2021, el ministerio de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá (IRCC, por sus siglas en inglés) emitió unos 21 mil permisos. Los PGWP aumentaron un 160%, hasta llegar a unos 24 mil.
Incluso con un buen comienzo de año, la pandemia sigue siendo un año perdido en términos de crecimiento de la población canadiense. De un año a otro, la población creció sólo un 0,4%, cuando se requiere una tasa del 2,1% para mantener el crecimiento. El aumento natural, es decir, el número de nacimientos menos el número de muertes, fue el más bajo de la historia de Canadá, con 6.400 personas. Esto se debió en parte a las muertes causadas por el COVID-19.
Los datos del primer cuatrimestre del IRCC indican que Canadá no podrá alcanzar su objetivo de 401 mil nuevos inmigrantes este año. Canadá acogió a 70.500 nuevos residentes permanentes en el primer trimestre, más otros 21.105 en abril. Para cumplir sus objetivos de inmigración, Canadá tendrá que admitir más de 38.675 nuevos residentes permanentes en lo que resta del año (sin contar a los inmigrantes provenientes de Afganistán por motivos humanitarios).
La inmigración ha sido la estrategia del gobierno para hacer frente a los retos demográficos de Canadá a largo plazo. Canadá tiene una población envejecida y una baja tasa de natalidad. Sin la inmigración, la tasa de crecimiento de Canadá no alcanzaría el umbral necesario para el crecimiento de la población.
Unos nueve millones de personas alcanzarán la edad de jubilación esta década. Sin nuevos sustitutos, la mano de obra canadiense no podrá seguir siendo tan competitiva en el mercado mundial, y la presión para atender a la generación de más edad recaerán sobre un menor número de trabajadores.
Por esta razón, el gobierno canadiense ha mantenido el apoyo a la inmigración durante toda la pandemia.