Rodrigo Díaz M.
El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha ordenado a Venezuela que “se abstenga de destruir” las actas de las elecciones presidenciales de julio.
Los recuentos de votos, un desglose oficial detallado de los votos de cada colegio electoral, han estado en el centro de la disputa sobre quién ganó las elecciones.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), afín al gobierno, declaró vencedor al presidente Nicolás Maduro, pero no facilitó el recuento de votos para respaldar su afirmación.
La oposición, que con la ayuda de testigos electorales acreditados recopiló y publicó más del 80% de las actas electorales, afirma que éstas demuestran que su candidato, Edmundo González Urrutia, fue el vencedor aplastante.
El Comité de Derechos Humanos, órgano de la ONU compuesto por 18 expertos independientes, declaró que estaba investigando las acusaciones de fraude electoral a raíz de una denuncia presentada por un bufete de abogados en nombre de un votante venezolano.
Como parte de esa investigación, el Comité exigió que el Estado venezolano conservara los datos detallados de la votación de las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Se ha ejercido una enorme presión sobre el CNE para que haga públicos los resultados de las votaciones. Pero más de cuatro meses después de las elecciones, aún no lo ha hecho, culpando a un supuesto pirateo informático la noche de las elecciones de su fracaso sin precedentes a la hora de proporcionar los datos en el plazo de 30 días desde la fecha de las elecciones.
Por el contrario, la oposición subió rápidamente a un sitio web los recuentos de votos que había recopilado.
Observadores y medios de comunicación independientes afirman que esos recuentos sugieren que Edmundo González Urrutia ganó las elecciones con el 67% de los votos, frente al 30% de Maduro.
Pero Nicolás Maduro ha tachado de “fraudulentas” las actas publicadas por la oposición y mantiene que él es el ganador de las elecciones.
Maduro sigue adelante con los preparativos para el 10 de enero, fecha en la que se juramentará para su tercer mandato consecutivo.
Esto le ha enfrentado a un creciente número de países, entre ellos Estados Unidos, Italia, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Perú y Uruguay, que han reconocido a González Urrutia como presidente electo de Venezuela.