Rodrigo Díaz M.
La pandemia del COVID-19 se está perpetuando por una “desigualdad escandalosa” en la distribución de vacunas, dijo esta semana el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) al establecer nuevos objetivos para proteger a la población de los países más pobres.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió de que ningún país debe dar por hecho que está “fuera de peligro”, sea cual sea su tasa de vacunación, mientras el virus del SRAS-CoV-2 y sus variantes se propaguen por otros lugares.
“El mundo sigue en una situación muy peligrosa”, dijo Tedros en la apertura de la asamblea anual de ministros de sanidad de sus 194 Estados miembros.
“Hasta el día de hoy, se han notificado más casos en lo que va de año que en todo el año 2020 y, según la tendencia actual, el número de muertes superará el total del año pasado en las próximas tres semanas. Esto es muy trágico”, dijo.
Tedros añadió que más del 75% de todas las vacunas se habían administrado en sólo 10 países.
“No hay forma diplomática de decirlo: un pequeño grupo de países que fabrican y compran la mayoría de las vacunas del mundo controlan el destino del resto del mundo”.
El centro COVAX, gestionado por la OMS y la alianza de vacunas GAVI, ha entregado 72 millones de dosis de vacunas a 125 países y economías desde febrero, apenas suficientes para el 1% de sus poblaciones, dijo Tedros, quien Instó a los países a donar dosis de vacunas a COVAX para poder inocular al 10% de la población de todos los países antes de septiembre y al 30% antes de final de año. Esto significa vacunar a 250 millones de personas más en sólo cuatro meses.
“Esto es crucial para detener la enfermedad y la muerte, mantener la seguridad de nuestros trabajadores sanitarios y reabrir nuestras sociedades y economías”, dijo Tedros.
El jefe de la OMS también hizo un llamamiento a los fabricantes de vacunas para que den a COVAX el primer derecho de rechazo sobre nuevos volúmenes de vacunas, o para que comprometan el 50% de sus volúmenes a COVAX este año.