Rodrigo Díaz M.
Un sondeo reciente publicado por la Asociación Canadiense de Salud Mental (CMHA), basado en una encuesta en línea a 1.626 canadienses adultos, reveló que el 87% de los canadienses desea una atención sanitaria mental universal y el 69% cree que el país atraviesa una crisis de salud mental.
“Si te rompes una pierna, sabes que puedes ir a cualquier parte del país y vas a recibir el mismo nivel de tratamiento y atención. Pero no podemos decir lo mismo de la salud mental”, declaró Margaret Eaton, directora general nacional de la CMHA.
La idea de la atención sanitaria mental universal es que los servicios se financien a través del seguro sanitario público y sean gratuitos para todos los canadienses, explicó Eaton.
“Nos parece estupendo que los canadienses también quieran una atención sanitaria mental universal, porque es algo de lo que llevamos tiempo hablando con el gobierno federal y las provincias”, dijo Eaton.
“Un gran porcentaje de canadienses, especialmente los vulnerables, los niños y los jóvenes, la comunidad LGBTQ y las personas racializadas se vieron realmente afectados por la pandemia y su salud mental sigue sufriendo”.
Por ejemplo, un estudio publicado el mes pasado en Jama Pediatrics constató un aumento de los síntomas de depresión y ansiedad entre los jóvenes, especialmente las chicas, tras la pandemia.
Y un estudio realizado en Calgary y publicado en marzo en The Lancet, señaló que la pandemia aumentó la angustia mental de los niños, lo que se tradujo en un fuerte incremento de las visitas a urgencias por intento de suicidio e ideación suicida entre niños y adolescentes menores de 19 años.
La encuesta de la CMHA reveló que del 35% de los canadienses que han tenido un problema de salud mental en el último año, un tercio no ha buscado ayuda, principalmente porque es demasiado cara o porque no saben dónde encontrarla.
La mayoría de los canadienses que reciben asesoramiento para enfermedades leves a moderadas pagan de su bolsillo o a través de planes de seguro privado a través de su empleador, según un informe del 2018 de CMHA. Incluso si el asesoramiento está cubierto por el seguro, la CMHA informó que es limitado, con una cobertura que oscila entre 400 y 1.500 dólares anualmente.
Y luego están los individuos con enfermedades mentales más complejas, que pueden enfrentar barreras aún mayores. Estos pueden ir desde largos tiempos de espera y la falta de acceso a un médico de cabecera o psiquiatra haciendo que muchos dependan de los servicios de urgencias como su fuente de atención, dijo la CMHA.
En el 2021, el gobierno de Trudeau hizo la promesa electoral de crear una nueva Transferencia de Salud Mental de Canadá de 4.5 billones de dólares que se enviaría a provincias y territorios a lo largo de cinco años. Sin embargo, aún no hay información sobre cuándo se realizará dicha transferencia.
En el 2022, el gobierno provincial de Ontario anunció que iba a financiar un programa de asesoramiento en salud mental en línea destinado a ayudar a las personas con depresión y ansiedad leves o moderadas.
El programa en línea ofrece coaching virtual semanal uno a uno junto con recursos de terapia cognitivo-conductual, que es gratuito para todos los residentes mayores de 16 años sin necesidad de derivación.
La provincia calcula que el servicio costará entre 340 mil y 510 mil dólares anuales.
Otros países también han puesto en marcha estrategias similares.
El Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido ofrece servicios gratuitos de salud mental a todos los residentes, que incluyen asesoramiento, psicoterapia y gestión de la medicación.
La estrategia, que se puso en marcha en el 2008, ha dado buenos resultados. Según el NHS, tras más de una década de este servicio gratuito, cerca del 50% de los pacientes con depresión o ansiedad se recuperaron y una media de siete sesiones con un terapeuta.