Kelly Arévalo
Toronto, Canadá
Es un justo y merecido reconocimiento que Canadá tenga un mes dedicado a la herencia latinoamericana. La designación fue aprobada por unanimidad por el parlamento canadiense en 2018, declarando Octubre como Mes de la Herencia Latinoamericana, por la significativa contribución en lo cultural, social, económico y político a la sociedad canadiense.
A pesar de que la pandemia del COVID-19 ha limitado poder realizar eventos públicos, nuestras comunidades canadienses-latinoamericanas han sabido ingeniárselas para no dejar pasar de largo esta importante fecha, usando transmisiones en línea y formas muy creativas, asegurando que durante este mes se expresen con energía la diversidad y pluralidad, la riqueza cultural, la alegría, tradiciones y el optimismo que nos caracterizan.
La designación del mes de la herencia latinoamericana es un hecho histórico que marca una etapa de mayor integración y participación en la sociedad canadiense. Es además un logro conquistado por nuestras comunidades junto a sus liderazgos, asociaciones y organizaciones, que han sabido ganarse el aprecio, respeto y el apoyo de muchos aliados de los diferentes sectores de la sociedad canadiense, público, privado, ciudadano, religioso y político.
Los datos estadísticos oficiales y la información propia de las comunidades indican que somos cerca de un millón de hispanos o latinoamericanos en Canadá, y encontramos ahora a tres generaciones desde la llegada en la década de 1970 de familias y grupos migrantes que fueron forzados al exilio por la represión y la persecución política de las dictaduras militares de Sur América.
Hay que señalar que este año conmemoramos el mes de la Herencia Latinoamericana no solo en medio de la pandemia del COVID-19, sino también en el umbral de conmemorar el cincuenta aniversario del arribo de la primera ola de inmigrantes latinoamericanos a Canadá.
En estas últimas cinco décadas, y con la llegada en los últimos años de familias jóvenes y profesionales, las y los latinoamericanos continúan aportado enormemente al desarrollo de la sociedad canadiense, destacando en todos los campos, en el académico, cultural, económico, productivo, el arte, la gastronomía, el deporte, la política, la ciencia, literatura, la educación y los derechos humanos.
Cada mes de la Herencia Latinoamericana debe servirnos también para recordar y celebrar la vida y el legado de tantos hombres y mujeres, hijos e hijas herederas de la dignidad, rebeldía y libertad de nuestra patria grande latinoamericana, indígena y pluricultural, que contribuyen al pleno desarrollo de la sociedad canadiense.
En este mes, conozcamos el legado y dediquemos un sentido homenaje póstumo a un destacado latinoamericano, muy querido, incansable luchador por los derechos humanos y la justicia social, Francisco Rico-Martínez, quien falleció el 13 de Agosto del presente año en Toronto.
Francisco Rico-Martínez, salvadoreño, llegó como refugiado a Canadá en 1989. Desde su arribo a Toronto continuó con su trabajo por la defensa de los derechos humanos y junto a su esposa Loly Rico fundaron el Centro para Refugiados FCJ. Un proyecto que creció, echó fuertes raíces, y treinta años después es un árbol frondoso que ha dado muchos frutos que nutren de compasión y dignidad a la sociedad canadiense. El FCJ seguirá brindando acompañamiento y esperanza a miles de refugiados y continuará siendo referente en el tema migrante, especialmente ahora que vivimos tiempos de incertidumbre y de muchos desplazamientos forzados internacionales, y que necesitamos de un amplio debate y participación para poder dar respuestas justas y oportunas.
Son innumerables los valiosos aportes de los inmigrantes de los países latinoamericanos a Canadá, muchos lo han hecho de forma anónima, y tiene que ser una labor permanente, en cada ciudad o lugar que estemos, rescatar y conmemorar esas valiosas contribuciones.
En lo político, vemos en cada nueva contienda electoral una mayor participación de candidatas y candidatos de origen latinoamericano. Esa es otra clara señal de cómo los latinoamericanos seguimos abriendo espacios y aportando en todos los campos.
La acertada argumentación por el parlamento canadiense para designar el mes de la Herencia Latinoamericana, fue nuevamente ratificada durante la pandemia del COVID-19.
Durante estos tiempos difíciles de luto y pandemia que vivimos, miles de latinoamericanos demostraron entrega y liderazgo al sumarse en todo Canadá a equipos de voluntarios para ayudar a familias en sus comunidades, colaborando en bancos de comida, campañas educativas para prevenir contagios, apoyo emocional, para mencionar algunos ejemplos.
Igualmente organizaciones comunitarias, voluntarios, trabajadores comunitarios, trabajadores de la salud latinoamericanos han estado heroicamente en primera línea realizando campañas de vacunación en sectores y comunidades. A todas esas mujeres y hombres, a esos líderes comunitarios y religiosos, a esa juventud que no dudó en sumarse a combatir el virus del COVID-19, a nuestros medios de comunicación que han colaborado con las autoridades de salud a todo nivel, la solidaridad es uno de los valores mas valiosos de nuestra comunidad, un merecido reconocimiento en el mes de la Herencia Latinoamérica.
El reconocimiento también tiene que ser extensivo para los trabajadores agrícolas migrantes y para los miles de trabajadores de origen latinoamericano, que con sacrificios y muchos riesgos contribuyeron en los peores momentos de la pandemia a mantener funcionando el aparato económico-productivo, con su trabajo permitieron que el flujo de alimentos no se interrumpiera y garantizar el funcionamiento de muchos servicios esenciales para toda la sociedad canadiense.
Los latinoamericanos-canadienses han dejado huella y seguirán aportando significativamente al desarrollo, a la identidad y al bienestar de Canadá. Quedan muchos retos y muchos espacios por asumir, pero no hay duda que tenemos muchas razones para conmemorar y celebrar con mucho orgullo esta fecha.
Felicitaciones en el Mes de la Herencia Latinoamericana.
*Kelly Arévalo, Abogada en El Salvador, con maestría en Derecho Internacional de Empresas y Máster Ejecutivo en Big Data. Ex Cónsul General de El Salvador en Toronto. Fundadora de www.revistasersv.com