Rodrigo Díaz M.
Meses después de que el Parlamento aprobara la prestación única, presentada por primera vez como parte del presupuesto federal de 2023, los pagos llegarán a las cuentas bancarias de los canadienses el miércoles.
La medida de asequibilidad centrada en la inflación de los alimentos se aplicará a unos 11 millones de canadienses con ingresos bajos.
En esencia, se trata de un nuevo reembolso del impuesto sobre bienes y servicios, que se efectuará a través del sistema de crédito fiscal GST/HST de Canadá, junto con los pagos trimestrales ordinarios del impuesto GST/HST.
Las personas y familias que tenían derecho a recibir un pago de crédito GST/HST para enero del 2023, y han presentado sus últimas declaraciones de impuestos, pueden esperar recibir este reembolso.
El reembolso será equivalente al doble del importe del crédito GST/HST recibido en enero.
El importe que pueden esperar los beneficiarios se calcula en función de la situación de cada familia y de los ingresos netos familiares ajustados.
Por ejemplo, si usted es soltero podría recibir un pago máximo de:
- 234 dólares si no tiene hijos.
- 387 dólares si tiene un hijo.
- 467 dólares si tiene dos hijos.
- 548 dólares si tiene tres hijos.
- 628 dólares si tiene cuatro hijos.
Y, si está casado o tiene pareja de hecho, podría recibir hasta:
- 306 dólares si no tiene hijos.
- 387 dólares si tiene un hijo.
- 467 dólares si tiene dos hijos.
- 548 dólares si tiene tres hijos.
- 628 dólares si tiene cuatro hijos.
Sin embargo, la CRA ha señalado que es posible que algunas personas tengan derecho al reembolso, pero no al crédito GST/HST de julio, o viceversa.
“El Reembolso de alimentación se calcula sobre la base de su declaración de impuestos del 2021, pero el próximo pago trimestral del crédito GST/HST en julio del 2023 se calcula sobre la base de su declaración de impuestos del 2022”, dijo la agencia tributaria.
Presentado como una medida para ayudar a los canadienses a compensar el aumento de las facturas de alimentos debido a la inflación, el reembolso le costará 2.5 billones de dólares al gobierno federal.