Por Manuel Sánchez Gómez
Londres, 2 oct (EFE).- A medida que surge una gran estrella en el fútbol mundial no tardan en saltar los elogios, pero también las críticas. En Inglaterra, el faro que más brilla es el de Harry Kane, por su prolífica pasada campaña y su Mundial con la bota de oro, pero ni siquiera su luz se ve afeada por los juicios ajenos.
A escasas horas de enfrentarse contra el Barcelona, Kane se ve envuelto en un inicio de curso irregular. Malas sensaciones, pero números que resaltan.
En los ocho partidos que Kane ha disputado esta temporada, ha marcado cinco goles, su segundo mejor registro desde que se embarcase en los ‘Spurs’ en la campaña 2011/2012.
Sus cinco dianas, todas en la Premier League, solo son superadas por las ocho que consiguió el año pasado, cuando acumuló seis en la competición doméstica y dos en Liga de Campeones.
No obstante, en las dos ocasiones en las que ha sido galardonado como máximo goleador de la Premier, su arranque fue mucho más escueto. En la temporada 2012/2016 solo anotó un gol en sus primeros ocho partidos, mientras que a estas alturas, en la 2016/2017, en seis encuentros jugados solo vio puerta en dos ocasiones. Aquella vez es cierto que se vio afectado por una lesión que le hizo perderse casi dos meses de competición.
La diferencia de aquellos años a ahora es que Kane ya no es una promesa. En Inglaterra se le pide que sea una realidad y que guíe al Tottenham a su primer título desde que conquistara en 2008 la Copa de la Liga.
Su papel en el Mundial, siendo el máximo goleador con seis tantos y reivindicando la bota de oro también le pesa. En la prensa inglesa se criticó recientemente que muchos delanteros también habrían sido bota de oro con la posición de Kane en el Mundial de Rusia, alegando que la mayoría de sus goles fueron de penalti.
Incluso él mismo se reprochó no haber estado al mejor nivel en los partidos importantes, como, por ejemplo, el que les mandó a casa en semifinales ante Croacia.
Junto a la responsabilidad de colmar las expectativas depositadas en él se encuentra el cansancio acumulado de no haber tenido apenas vacaciones ni tiempo para recuperar, que es lo que más se reclama en Inglaterra.
De este modo, a lo largo de las últimas semanas, se han sucedido artículos en los medios británicos que instan a que Kane descanse, porque su mejor nivel aún no ha salido a la luz, algo parecido a lo que le ocurre a Mohamed Salah, autor de 32 goles el año pasado en la Premier.
Después de no brillar en encuentros pasados, como el que enfrentó al Tottenham y al Liverpool en Wembley o el ya citado debut europeo en San Siro, el ‘9’ de los ‘Spurs’ tendrá una nueva oportunidad ante el Barcelona.
Un escaparate parecido al que le brindó el año pasado el Real Madrid con sus dos partidos en la fase de grupos. Esta vez, Kane parte con la presión de estar ya expuesto a los focos y sin la calidez de ir de tapado. Esta vez también cuenta con la experiencia de un Mundial y los más de cien goles con el Tottenham. Esta vez luchará contra el Barcelona y también contra las críticas.