Rodrigo Díaz M.
Los turistas extranjeros están volviendo a Japón, esos visitantes que gastan mucho en el extranjero y que solían acudir en masa a su colorida tienda en el distrito de electrónica de Akihabara, en Tokio, con sus coloridas estanterías llenas de relojes y recuerdos como espadas samurai y gatos de juguete con cabezas que se balancean.
Los viajeros ya pueden visitar Japón sin visado, al igual que en los tiempos anteriores a la pandemia del COVID-19, y las tiendas de electrónica, las aerolíneas y los diversos puntos turísticos tienen grandes esperanzas de que sus negocios se reactiven.
Japón mantuvo sus fronteras cerradas a la mayoría de los viajeros extranjeros durante gran parte de la pandemia. Desde junio sólo se permiten los viajes organizados o tours.
Mientras tanto, el yen se ha debilitado fuertemente frente al dólar, lo que ha dado a algunos visitantes un poder adquisitivo mucho mayor y ha hecho que Japón sea casi irresistible para los cazadores de gangas.
Los minoristas de Akihabara y otros negocios de Japón que dependían en gran medida de los visitantes de todo el mundo han tenido un par de años difíciles. La importante cadena de tiendas Laox cerró su tienda de Akihabara y sólo mantuvo abiertos sus establecimientos en el aeropuerto de Narita y en la antigua capital de Kioto.
Ciudades como de Nara, famosa por sus templos, santuarios y fábricas de sake, apuestan por el regreso de los turistas de otras partes de Japón junto con los del extranjero.
Hace unos 10 años, los turistas chinos, que visitaban el país en grandes grupos para hacerse con marcas de lujo europeas e incluso con asientos de inodoro de alta tecnología, compraban tanto que sus compras se conocían como “baku-gai”, que combina las palabras japonesas para “explosivo” y “compra”.
Unos 32 millones de turistas extranjeros visitaron Japón en 2019, antes de la pandemia. El sector de los viajes y el turismo aportó entonces más del 7% a la economía de Japón, según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo.
Las principales compañías aéreas de Japón, All Nippon Airways y Japan Airlines, están aumentando sus vuelos en respuesta a la mayor demanda prevista. Ambas redujeron drásticamente sus vuelos durante la pandemia.
El impacto de los visitantes entrantes en la economía japonesa se calcula en unos cinco billones de yenes (unos 335 millones de dólares), por lo que hay grandes esperanzas para este el año próximo.
Los vuelos que se reanudarán en los próximos meses incluyen rutas desde y hacia lugares como Honolulu, Frankfurt, Nueva York, Seúl y París. Su objetivo es atraer no sólo a los turistas que llegan, sino también a los japoneses que planean unas vacaciones de ensueño durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
En 2011, el dólar americano equivalía a 80 yenes. El año pasado, el dólar costaba unos 111 yenes. Ahora, está en un máximo de casi tres décadas, unos 145 yenes, y las restricciones de la pandemia están disminuyendo. Los turistas volverán.