Rodrigo Díaz M.
Una nueva ronda de ataques aéreos golpeó los suburbios de Beirut a última hora del domingo, mientras Israel intensificaba sus bombardeos sobre el norte de Gaza y el sur de Líbano en una guerra cada vez más intensa contra grupos militantes aliados de Irán en toda la región. Funcionarios palestinos afirmaron que un ataque contra una mezquita en Gaza causó la muerte de al menos 19 personas.
A más de un año después del ataque de Hamás del 7 de octubre, Israel ha abierto un nuevo frente en Líbano contra Hezbolá, que ha intercambiado disparos con Israel a lo largo de la frontera desde que comenzó la guerra en Gaza. Israel también ha prometido atacar a Irán tras un ataque con misiles balísticos contra Israel la semana pasada.
La intensificación del conflicto puede atraer aún más a Estados Unidos, que ha prestado un apoyo militar y diplomático crucial a Israel. Grupos militantes aliados de Irán en Siria, Irak y Yemen se han sumado a los ataques a distancia contra Israel.
A última hora del domingo se oyeron sirenas y explosiones de cohetes en Haifa, en el norte de Israel, y Hezbolá reivindicó el ataque. El ejército israelí dijo que se habían identificado al menos cinco proyectiles procedentes del Líbano y que se habían encontrado “proyectiles caídos” en la zona.
El horizonte de Beirut volvió a iluminarse a última hora del domingo con nuevos ataques aéreos, un día después del mayor bombardeo israelí de los suburbios del sur, conocidos como Dahiyeh, desde que intensificó su campaña aérea el 23 de septiembre. No estaba claro si había víctimas. Israel confirmó los ataques y afirma que su objetivo es Hezbolá.
El grupo militante, la fuerza armada más poderosa del Líbano, ha calificado sus meses de lanzamiento de cohetes contra Israel como una muestra de apoyo a los palestinos.
Casi 42 mil palestinos han muerto en Gaza desde que comenzó la guerra, según el ministerio de salud de Gaza. No especifica cuántos eran combatientes, pero afirma que algo más de la mitad eran mujeres y niños.
Los militantes de Hamás mataron a unas 1.200 personas en el ataque del 7 de octubre del 2023 y tomaron a otras 250 como rehenes. Todavía retienen a unos 100 cautivos, un tercio de los cuales se cree que han muerto.