Rodrigo Díaz M.
Tras más de tres años de pandemia, la mayoría de la población canadiense ha desarrollado inmunidad contra el virus gracias a una mezcla de infección y vacunación.
Según muestran los datos, en marzo del 2023, más del 75% de la población tenía inmunidad gracias haberse infectado con COVID-19, según un estudio publicado en la revista Canadian Medical Association Journal (CMAJ).
Los investigadores del Grupo de Trabajo sobre Inmunidad a COVID-19 analizaron muestras de sangre de miles de canadienses de todas las edades recogidas entre marzo del 2020 y marzo del 2023 y descubrieron que la variante Omicron provocó un rápido aumento de los anticuerpos inducidos por la infección el año pasado.
Durante las olas de Omicron, las tasas de inmunidad adquirida por infección parecían ser más altas entre los canadienses más jóvenes, mostró la investigación de CMAJ.
“Los datos hasta marzo del 2023 indican que la mayoría de las personas en Canadá habían adquirido anticuerpos contra el SRAS-CoV-2 a través de la infección natural y la vacunación”, señalaron los autores en el estudio revisado por pares.
La investigación arroja nueva luz sobre el impacto de la variante Omicron, altamente transmisible, que se detectó por primera vez en Canadá en diciembre del 2021 y que hizo que muchos canadienses se infectaran por primera vez con el COVID-19.
El estudio también señala que la mayoría de la población del país ya había sido vacunada en el momento en que la variante Omicron irrumpió en Canadá, lo que, unido a un repunte de los casos, dio paso a “una era de inmunidad híbrida” que podría proteger contra la infección durante meses.
A pesar de la elevada cobertura de las vacunas, la inmunidad híbrida de las vacunas y las infecciones previas no fue suficiente para frenar la propagación de Omicron, según el estudio de CMAJ.
Los autores del estudio de CMAJ también advirtieron de la posibilidad de que disminuyan los niveles de anticuerpos y de que aparezcan nuevas variantes que escapen a la inmunidad.
Una subvariante COVID-19 de Omicron, de rápida propagación, circula ahora por Canadá y el resto del mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado EG.5 como “variante de interés”.
Los expertos de Canadá advierten de un nuevo aumento de los casos de COVID-19 en otoño, cuando vuelvan a abrir los colegios, refresque el tiempo y la gente pase más tiempo en casa.
El Comité Consultivo Nacional de Inmunización (NACI) de Canadá publicó el mes pasado una guía de refuerzo de otoño en la que se recomienda una dosis de la nueva formulación de la vacuna contra el COVID-19 para los grupos de edad autorizados.
Según el NACI, todos los canadienses a partir de cinco años deben recibir una dosis de refuerzo contra el COVID-19 en otoño si han pasado al menos seis meses desde su última dosis de vacuna o infección, lo que ocurra más tarde.