Rodrigo Díaz M.
Se ha inaugurado en Toronto un nuevo museo que recoge las historias de más de 70 supervivientes del Holocausto, con el objetivo de compartir sus experiencias y combatir el antisemitismo.
El Museo del Holocausto de Toronto, que ha recibido financiación de los gobiernos federal y provincial, así como de donantes, cuenta con galerías temáticas, un teatro y programación educativa.
El premier de Ontario, Doug Ford, animó a la gente de dentro y fuera de la fe judía a visitar el museo, afirmando que ayudará a educar a muchos sobre el Holocausto.
El ministro de seguridad pública, Marco Mendicino, aseguró que el gobierno tiene la “sagrada obligación” de luchar contra el odio hacia las comunidades judías.
Dara Solomon, directora ejecutiva del museo, afirma que los supervivientes del Holocausto en Toronto llevan 40 años deseando que un espacio así se haga realidad.
Nate Leipciger, un superviviente del Holocausto de 95 años cuya historia aparece en el museo, admitió que él y muchos otros supervivientes estaban demasiado traumatizados para hablar inicialmente de sus experiencias, y que el museo ayuda a compartir esa historia con los demás.
“Durante 40 años, nadie estuvo preparado para escuchar. Nadie estaba preparado para oír los horrores que padecimos, ni estaba interesado en los traumas que experimentamos y las dificultades a las que nos enfrentamos al llegar a este nuevo país”, dijo Leipciger.
“Pero perseveramos con la ayuda de la comunidad judía y canadiense, que nos dio la oportunidad de recibir una educación, seguir adelante y crear familias”.
Leipciger aseguró que “la historia del superviviente del Holocausto” aún no estaba completa, y animó a la siguiente generación a compartir sus propias experiencias.
“Aprovecho esta oportunidad para pedir a la segunda generación que escriba su historia”, dijo Leipciger.
“Escriban la historia de sus padres, sus interacciones con ellos y cómo lucharon y prevalecieron para crear un nuevo mundo en este hermoso y maravilloso país”.