Rodrigo Díaz M.
La Policía de Toronto ha identificado a la mujer muerta en un doble apuñalamiento en la estación de metro de High Park el jueves por la tarde como Vanessa Kurpiewska, de 31 años, diciendo que fue asesinada por un desconocido.
Los agentes acudieron a la estación de High Park poco después de las 2 PM ante un alaerta de que una persona estaba agrediendo y apuñalando a otras en el andén en dirección este. Cuando la policía llegó, encontró a dos mujeres víctimas, que recibieron atención médica en el lugar de los hechos antes de ser trasladadas al hospital.
Kurpiewska, de Toronto, murió en el hospital. La policía describió a la segunda víctima, que no ha sido identificada, como una mujer de 37 años. Fue atendida en el hospital por lesiones que no ponían en peligro su vida y ya ha sido dada de alta.
“El acusado y las víctimas no se conocían”, declaró la policía hoy en un comunicado.
La policía aún no ha revelado el presunto móvil del agresor.
Neng Jia Jin, de 52 años y natural de Toronto, fue detenido ayer y ha sido acusado de asesinato en primer grado e intento de asesinato.
La inspectora Lori Kranenburg, de la policía de Toronto, dijo que los investigadores ya habían interrogado a varios testigos, pero que hacían un llamamiento para que se presentara cualquiera que hubiera visto algo.
El doble apuñalamiento ha provocado un aluvión de reacciones ante otra serie de incidentes violentos ocurridos este año en estaciones del TTC o en sus inmediaciones.
El 7 de abril, Kartik Vasudev, estudiante internacional de 21 años, murió tiroteado frente a la entrada de la estación de Sherbourne. El presunto autor de los disparos, Richard Jonathan Edwin, de 39 años, fue acusado del asesinato de Vasudev y del homicidio de Elijah Eleazar Mahepath cerca de Moss Park 48 horas después. Según la policía, ambos homicidios fueron ataques aleatorios.
El 17 de abril, Shamsa Al-Balushi se salvó por poco de ser arrollada por un tren tras ser empujada a las vías en la estación de Bloor-Yonge. Una mujer de 45 años fue detenida y acusada de intento de asesinato. En mayo, Al-Balushi interpuso una demanda de un millón de dólares alegando que la TTC no la protegió ni respondió con prontitud al incidente. La TTC pidió que se desestimara la demanda.
Ese mismo mes, Mario Greco, de 30 años, sufrió heridas que no pusieron en peligro su vida tras ser apuñalado en el andén de la estación de St. George, en lo que la policía calificó de otro ataque aleatorio.
El 17 de junio, Nyima Dolma, de 28 años, fue prendida fuego en un autobús de la TTC frente a la estación de Kipling por un agresor con el que, según la policía, no tenía “ninguna relación”. Murió de sus heridas un mes después. Tenzin Norbu, de 33 años, fue acusado de asesinato en primer grado.
Los apuñalamientos de ayer provocaron un caos de tránsito en las inmediaciones, con largas colas de gente serpenteando alrededor de la manzana en las calles Bloor y Keele horas más tarde, empujando para subir a los autobuses lanzadera.
El portavoz de la TTC, Stuart Green, insistió en que todavía se puede viajar con seguridad en la TTC.
“La seguridad de los clientes y empleados es primordial en todo lo que hace la TTC”, dijo. “La TTC mueve cientos de millones de clientes cada año sin incidentes, pero está constantemente buscando formas de mejorar la seguridad”.