Por Claudia Palacio*
La Sección 25 del Acta de Inmigración a Canadá, que es la que regula las solicitudes de Humanidad y Compasión, claramente especifica que razones de Humanidad y Compasión son consideradas únicamente cuando la solicitud de estatus que se hace es de residencia permanente. En otras palabras, visas de turismo, estudio o trabajo no pueden solicitarse basándose en razones de Humanidad y Compasión (con excepción de una clase de permiso de trabajo para estudiantes internacionales que por razones fuera de su control ya no pueden continuar pagando por sus estudios o de portadores de permisos de residencia temporal –permisos para personas inadmisibles a Canadá por razones médicas o de criminalidad- que necesitan sostenerse en canada)
Las solicitudes de residencia permanente bajo humanidad y compasión son aprobadas cuando existen razones excepcionales para que los solicitantes obtengan la residencia permanente en Canadá a pesar de no cumplir con alguno de los requerimientos del Acta de Inmigración. Hay varios factores que se tienen en cuenta como por ejemplo: el tiempo de asentamiento que tenga la familia/persona en Canadá, los vínculos familiares que tenga con Canadá, como afecte la decisión de negativa de la solicitud a los niños involucrados en esta decisión y que podría pasarle al solicitante en caso de que sea negada su petición de residencia. Ninguno de estos factores individualmente garantiza la aprobación de la solicitud, ni siquiera el hecho de que los niños involucrados en una aplicación sean ciudadanos canadienses.
Adicionalmente a lo que dice la sección del Acta de Inmigración hay un par de casos de la Corte Suprema de Canadá que indican bajo que parámetros debe tomarse la decisión. Pero definitivamente estas solicitudes quedan completamente a discreción del oficial que las revisa ya que no hay ninguna regulación que diga cuales son exactamente los factores que deben tomarse en cuenta ni que peso se les concede al momento de tomar la decisión. Desafortunadamente en los procesos de humanidad y compasión hay muy poco específicamente definido; por ejemplo, cuando se habla de que la persona debe demostrar el asentamiento en Canadá no se especifica cuantos años debe haber vivido en Canadá, si debe tener un ingreso mínimo o si debe estar trabajando; si deber tener cierto dominio de idioma o si debe haber pagado impuestos. Igualmente ocurre con demostrar cómo afectaría a los niños involucrados en la decisión el hecho de que esta sea negada.
Dicho lo anterior y dejando claro que este tipo de solicitudes son tenidas en cuenta para procesos de residencia permanente únicamente, hay que dejar claro también que, aunque Canadá tiene una larga y conocida trayectoria de ayuda a países que se encuentran en crisis humanitarias, los procesos de residencia permanente a través de Humanidad y Compasión no aplican en estos casos.
Para nadie es secreto que varios de nuestros países latinoamericanos están pasando por crisis políticas, económicas y sociales y muchas personas se preguntan si debido a estas situaciones Canadá les podría dar la residencia por Humanidad y Compasión. La situación de violencia, falta de alimentos, medicina, seguridad o estabilidad pueden ser definitivamente consideradas crisis humanitarias pero no por ello Canadá ofrece un tratamiento especial para los nacionales de estos países.
Es de entender que todos y cada uno de nosotros estamos convencidos de que nuestro propio caso es relevante, que tiene razones más poderosas para ser aprobado que el de muchos otros y, en muchos casos que la situación de nuestro país de origen es más que suficiente, o es una razón importante, para que se vea la necesidad de darnos la residencia. Cada caso es revisado bajo sus propios méritos, sus propias circunstancias y sus propias pruebas. Los procesos de Humanidad y Compasión no son aprobados o negados en masa ni por el simplemente de que los solicitantes sean nacionales de un país específico; pero más allá, son realmente muy pocas personas al año las que obtienen la residencia por este programa.
Si revisamos las estadísticas de aprobación de residencia permanente bajo cada programa, queda más que claro que las solicitudes de Humanidad y Compasión no son tomadas a la ligera y que definitivamente hay que presentar un caso contundente para que este sea aprobado. En el 2016 Canadá aprobó la residencia de 3,391 personas bajo este programa, es decir el 1.1% del total de nuevos residentes de Canadá fueron aceptados bajo esta categoría.
Una solicitud de residencia permanente bajo Humanidad y Compasión no confiere estatus en Canadá, es decir, que si el solicitante se encuentra como visitante, estudiante o trabajador y envía una solicitud de residencia bajos Humanidad y Compasión, esto no le da estatus implícito ni le permite, automáticamente, por el simple hecho de haber hecho la solicitud, permanecer legalmente en el país. De la misma forma, un proceso de Humanidad y Compasión no detiene una deportación.
Hay miles de personas que definitivamente merecen obtener la residencia permanente en Canadá y para muchas de ellas el proceso de Humanidad y Compasión es la respuesta, este es un proceso que está disponible no solo para personas que están sin estatus en Canadá, sino para aquellos, que como dije anteriormente, no pueden cumplir con alguno de los requisitos de los programas vigentes bien sea de pedir la visa desde fuera de Canadá, de tener estatus en el país, de ingreso, de nivel de idioma, de puntaje etc. La Sección 25 del Acta de Inmigración puede ser la varita mágica que permita borrar cualquier barrera que se tenga para obtener la residencia permanente, con excepción de algunos tipos de criminalidad.
*Claudia Palacio es Consultora de Inmigración Certificada y colaboradora de este semanario. Pueden dirigir sus preguntas a [email protected]