Rodrigo Díaz M.
Dos ciudadanos estadounidenses secuestrados por presuntos narcotraficantes mexicanos fueron hallados muertos ayer, mientras que otros dos sobrevivieron, en lo que las autoridades consideraron un trágico caso de confusión de identidades.
El gobierno de los Estados Unidos prometió hacer todo lo posible para que se haga justicia con las víctimas, que el viernes pasado cruzaron la frontera hacia la ciudad de Matamoros, en el estado de Tamaulipas, por razones médicas.
Los primeros indicios apuntan a que el secuestro fue el resultado de una “confusión” y no de un ataque selectivo, declaró el procurador general de Tamaulipas, Irving Barrios.
Dos supervivientes fueron devueltos a los Estados Unidos a través de un paso fronterizo terrestre entre Matamoros y Brownsville (Texas), según las autoridades.
Los medios de comunicación estadounidenses los identificaron como Latavia Washington McGee y Eric James Williams.
Uno sufrió una herida de bala en la pierna y el otro resultó ileso, según el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal.
Las víctimas visitaron México porque uno de los secuestrados tenía previsto someterse a una operación de cirugía estética, dijo.
No estaba claro de inmediato si las dos muertes se produjeron antes o durante la operación de rescate, pero Villarreal dijo que las investigaciones preliminares sugerían que los cuatro estaban vivos al menos hasta el lunes.
Se esperaba que los cuerpos de los dos ciudadanos estadounidenses que perdieron la vida fueran repatriados en las próximas horas, una vez que concluyeran los estudios forenses en México, agregó Villarreal.
Las víctimas habían viajado a Matamoros el viernes pasado en una van blanca con matrícula de Carolina del Norte. Poco después de cruzar a México, hombres armados no identificados dispararon contra los pasajeros de la van. Los cuatro estadounidenses sacados del vehículo donde se desplazaban y forzados dentro de otro.
Una mujer mexicana de 33 años murió cerca del lugar de los hechos, posiblemente a causa de una bala perdida.
La Casa Blanca denunció los secuestros como “inaceptables” y ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas.
“Vamos a trabajar estrechamente con el gobierno mexicano para garantizar que se haga justicia en este caso”, dijo el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Las autoridades mexicanas informaron de que habían detenido a un sospechoso que custodiaba a los secuestrados en una casa de Matamoros.
“Lamentamos mucho que esto esté ocurriendo en nuestro país”, dijo a la prensa el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas. “Se va a encontrar a los responsables. Van a ser castigados”, añadió.
Tamaulipas es uno de los estados mexicanos más afectados por el narcotráfico y otros tipos de delincuencia organizada.
El país latinoamericano está asolado por un derramamiento de sangre relacionado con los cárteles que ha causado más de 340 mil asesinatos desde que el gobierno desplegó el ejército en la guerra contra el narcotráfico en el 2006.