Rodrigo Díaz M.
Los cadáveres decapitados de cinco hombres fueron hallados en una carretera del centro de México, en una zona controlada por el poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación.
El domingo por la mañana, la policía tuvo que acudir a una carretera cercana a la localidad de Ojuelos, en el estado de Jalisco, después de que los conductores detectaran la presencia de bolsas de plástico con los restos.
Los expertos forenses aún no han identificado a las víctimas. La brutalidad de los asesinatos y la eliminación de los cadáveres en un lugar público son claros indicios de la implicación de un cártel de la droga.
Efectivos de la Guardia Nacional también acudieron al lugar de los hechos y encontraron los restos envueltos en bolsas de plástico negras, según informó la fiscalía del estado de Jalisco en un comunicado.
En Jalisco este año, las cifras oficiales muestran que 1.415 personas fueron asesinadas entre enero y septiembre.
Más de 30 mil personas son asesinadas cada año en México, que tiene una de las tasas de homicidio más altas del mundo.
La semana pasada, el alcalde de una ciudad mexicana asolada por la violencia del narcotráfico fue asesinado menos de una semana después de tomar posesión de su cargo.
Alejandro Arcos fue asesinado en Chilpancingo, una ciudad de unos 280 mil habitantes situada en el suroccidental estado de Guerrero.
La presidenta Claudia Sheinbaum, que tomó posesión del cargo la semana pasada, ha descartado volver a la guerra contra el narcotráfico de anteriores administraciones.
Dijo que su plan de seguridad se centraría en recabar información sobre los cárteles y abordar las causas sociales de la violencia, una estrategia que su predecesor en el cargo, Andrés Manuel López Obrador, denominó “abrazos, no balas”.
Desde que el gobierno empezó a utilizar al ejército mexicano contra los cárteles en el 2006, cientos de miles de personas han muerto y decenas de miles más permanecen desparecidas.