Por Raúl A. Pinto
Cientos de personas afectadas por niveles de mercurio hasta cuatro veces más potentes de las permitidas en Canadá no sabían de esta situación hasta que una investigación interna obligó a la Oficina Provincial de Salud Canadiense a entregar los datos a los afectados.
La comunidad de Grassy Narrows, al norte de Ontario, podría potencialmente haber sufrido de sobredosis de mercurio luego que se descubriera que la planta de producción de celulosa Reed Paper, que comenzó a funcionar en 1962, vertiera en el río Wabingoon cerca de diez toneladas de mercurio usado para blanquear el material usado para fabricar papel. Este metal, que puede permanecer activo por ocho años, afectó los peces de este cauce y, posteriormente, no sólo afectó a los habitantes de Grassy Narrow que consumían esta carne, sino a los hijos nacidos entre 1970 y 1992.
En la investigación aparece uno de los casos a nombre de Christy Swain, quien creció con problemas de motricidad fina, los cuales fueron derivados a debilidad en sus manos, con las cuales, comenta “no puedo abrir botelllas”.
“No sé muy bien como procesar esto, sólo pienso en los otros afectados como yo,” dijo Christy.
La información además señala que la oficina de salud local, conocida como Health Canada almacenó los datos durante décadas de manera discreta.
Según lo comenta The Star, sólo hasta esta década los documentos que abarcaban personas afectadas por el mercurio en su sangre se mantenían en más de noventa archiveros en las oficinas de Thunder Bay y Ottawa. Esto llevó a encontrar, tras ocho años de estudio, que 100 kilómetros río arriba, en el poblado de Dryden, se vertieron indiscriminadamente las toneladas de mercurio en el Wabigoon, en el cual viven diversas comunidades. En estos archivos se descubrieron muestras de pelo y sangre de personas de todas las edades entre la década del 70’ y los 2000. La cifra exacta entregada por Health Canada es de 3,674 distintas muestras capilares y pruebas sanguíneas de 868 personas de Grassy Narrows, además de 216 muestras de cordón umbilical. Según informan los propios habitantes del enclave, perteneciente a la tribu indígena First Nations, o Primeras Naciones, la única indicación entregada por el gobierno al momento de descubrirse la concentración de este material, fue que “optaran por no comer pescado, o cambiar el tipo de pescado que se consumía”.
En el caso de Christy Swain, su sangre arrojó niveles de mercurio de 17,5 partes por cada mil millones (ppb), lo que representa dos veces más de la cifra que el gobierno considera “fuera de peligro”. Un nivel así hoy por hoy obligaría a los doctores de familia a solicitar exámenes adicionales, y tratamientos con nutricionistas para los afectados. Este número en Estados Unidos es el triple de lo permitido.
Para Christy, la información confirma lo que ella sospechaba, que fueron estos niveles los que la expusieron a problemas de aprendizaje, deficiencias motoras graves y hasta el riesgo de afecciones cardíacas en edad adulta.