6 may (EFE).- Los nuevos testimonios sobre el caso de dopaje de Paolo Guerrero, estrella de la selección peruana y del Internacional de Porto Alegre, refuerzan la inocencia que siempre mantuvo el futbolista y que, de haberse sabido en su momento, podrían haberle librado de gran parte de la suspensión por 14 meses.
Las revelaciones llegaron este fin de semana en una serie de reportajes periodísticos difundidos casi un mes después de que Guerrero reapareciese en las canchas tras cumplir su sanción por haber dado positivo en 2017 por benzoilecgonina, un metabolito de la coca, que es la materia prima para elaborar cocaína.
Guerrero siempre se mantuvo firme en su inocencia y su argumento para defenderse en los tribunales fue que tomó accidentalmente restos de un mate de coca, infusión muy típica de los países andinos como Perú y Bolivia, donde el consumo de la hoja de coca tiene un arraigo ancestral desde las civilizaciones prehispánicas.
El jugador alegó que esta contaminación involuntaria ocurrió en el hotel donde estaba concentrado con la selección de Perú, en el que supuestamente el personal le sirvió un té con limón en un recipiente que contenía restos de un mate de coca.
Aunque el argumento pareciese agarrado con pinzas, era consistente con las bajas cantidades de benzoilecgonina registradas en el control antidopaje que pasó dos días más tarde tras jugar contra Argentina en Buenos Aires, acompañado de otros exámenes como análisis capilares que demostraban que no había consumido cocaína.
Esta teoría fue aceptada por la FIFA para rebajar su sanción inicial de 12 a 6 meses, pero Guerrero, en su afán por quedar absuelto, recurrió al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que en cambio le aumentó la sanción a 14 meses al considerar que el jugador tuvo parte de responsabilidad al no fijarse si el té estaba bien.
En este litigio Guerrero se encontró con la versión contraria del Swissotel, que sostuvo ante la Agencia Mundial Antidopaje que el futbolista no se encontraba bajo el área exclusiva que la selección tenía en el hotel en el momento que pidió el té e incluso negó que vendiese mates de coca en sus instalaciones.
Sin embargo, este domingo el canal América difundió una serie de entrevistas con el equipo de camareros que atendió a la selección en aquella ocasión y confirmaron que la tetera donde se le sirvió el té a Guerrero no había sido lavada adecuadamente y contenía restos de un mate de coca servido previamente.
También afirmaron que los responsables del hotel les obligaron a callar bajo amenaza de perder sus empleos y los aleccionaron para ofrecer una versión entre todos que fuese coincidente y consistente ante los tribunales y ante la Agencia Mundial Antidopaje. Sin embargo, el hotel se mantiene en su versión inicial.
Consultado por la Agencia Efe, el abogado español Juan de Dios Crespo, quien defendió a Guerrero en este caso, señaló que están evaluando posibles acciones tras la revelación de estos nuevos testimonios.
De haberlos tenido hace un año, Guerrero pudo haber estado más cerca de librarse de buena parte de la suspensión, utilizando como precedente el caso del tenista francés Richard Gasquet.
El galo, quien dio positivo para cocaína en 2009, demostró que el resultado era por haberse besado con una chica consumidora de esta droga en una fiesta, lo que le sirvió para que su suspensión fuese reducida de 12 meses a solo mes y medio.
En cambio, el daño para la carrera de Guerrero, de 35 años, ha sido cuantioso, ya que además de los 14 meses de inactividad perdió el contrato que tenía con el Flamengo brasileño, así como numerosos patrocinios.
Por una medida cautelar interpuesta en el Tribunal Federal de Suiza pudo jugar el Mundial de 2018, aunque lo hizo fuera de forma a causa de la prolongada inactividad, y tan solo pudo anotar un gol en tres partidos.
Aunque Guerrero ya ha vuelto más entonado que nunca a las canchas, los nuevos testimonios abren la pregunta a la posibilidad de si con ellos habría recibido una sanción menor que le hubiese permitido competir a buen nivel en el Mundial, y también apuntan a debatir la manera de investigar los casos de dopaje.
Fernando Gimeno
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Photograph 1:
Paolo Guerrero, jugador del Internacional. EFE/Archivo