Rodrigo Díaz M.
Los liberales federales han renovado su programa multimillonario de lucha contra la violencia de las bandas y la delincuencia armada.
El ministro de seguridad pública, Marco Mendicino, dijo esta semana que el gobierno destinará 390 millones de dólares en los próximos cinco años a las provincias y territorios.
Al hacer el anuncio en Mississauga, Ontario, Mendicino dijo que el dinero se destinará a una variedad de iniciativas, incluyendo el apoyo a la policía y los programas de prevención.
“Estos fondos federales se distribuirán a las provincias y territorios con el fin de proporcionar a las fuerzas del orden los recursos humanos y el apoyo adicionales que necesitan para realizar su trabajo con seguridad”, declaró.
Los liberales consideran que el fondo es uno de los pilares de sus esfuerzos para reducir la violencia relacionada con las armas de fuego, que también incluyen medidas más estrictas para hacer frente al tráfico transfronterizo de armas y legislación para establecer controles más estrictos sobre las armas cortas y las armas de fuego de asalto.
El comité de seguridad pública de la Cámara de los Comunes, que está examinando el proyecto de ley de control de armas cláusula por cláusula, ha aprobado una enmienda que prohibiría las armas de fuego de asalto una vez que el proyecto entre en vigor.
La definición de arma de fuego de asalto incluye un arma que no sea una pistola, que descargue munición de percusión central de forma semiautomática y que haya sido diseñada originalmente con un cargador desmontable con capacidad para seis cartuchos o más.
Los diputados conservadores de la comisión votaron en contra de la enmienda. Un diputado conservador dijo que dejaba abierta la posibilidad de que en el futuro se prohibieran los rifles y escopetas de caza. Los liberales niegan que el objetivo sean estas armas de uso común.
La prohibición legislativa no se aplicaría con carácter retroactivo. Sin embargo, los liberales ilegalizaron unos 1.500 modelos y variantes de armas de fuego que consideran de asalto mediante una prohibición reglamentaria de mayo del 2020, que sigue en vigor.
En noviembre del 2017, el gobierno federal anunció unos 327 millones de dólares en financiación durante cinco años para hacer frente a un aumento de la violencia armada y la actividad de las pandillas en Canadá.
Quebec ha utilizado el fondo para la Operación Centauro, una iniciativa a nivel provincial destinada a interrumpir el tráfico de armas de fuego y prevenir la delincuencia.
British Columbia ha destinado parte del dinero a la Agencia contra el Crimen Organizado de la provincia, una organización policial que lucha contra el contrabando de armas, el tráfico de drogas y otros tipos de delincuencia organizada.