Rodrigo Díaz M.
El gobierno federal intervendrá para intentar poner fin al conflicto laboral que paralizó el ayer la red ferroviaria canadiense, según anunció el ministro federal de trabajo, Steve MacKinnon.
En un discurso pronunciado en Ottawa menos de 24 horas después de que miles de trabajadores sindicados de las dos principales compañías ferroviarias del país se quedaran bloqueados, McKinnon dijo que hará uso de los poderes que le confiere el Código Laboral de Canadá para “garantizar la paz industrial” e imponer un arbitraje definitivo y vinculante.
También ha ordenado a la Junta de Relaciones Industriales de Canadá que prorrogue la vigencia del actual convenio colectivo hasta que se alcance un acuerdo, y que ordene la vuelta al trabajo.
Poco después del anuncio de MacKinnon, Canadian National Railway (CN) y Canadian Pacific Kansas City (CPKC) comunicaron que ponían fin a los cierres patronales que iniciaron ayer para prepararse para la reanudación de las operaciones ferroviarias una vez que la junta dicte su orden definitiva.
Sin embargo, el sindicato Teamsters Canada Railway Conference (TCRC) dejó claro que los piquetes se mantendrán en todo el país y “determinarán los siguientes pasos” una vez que llegue esa orden.
El ministro dijo que la acción ayudará a CN, CPKC y la TCRC a resolver los términos pendientes en sus negociaciones para un nuevo convenio colectivo que, según él, han llegado a un “punto muerto fundamental”.
El gobierno federal había desestimado los llamamientos a intervenir antes del cierre patronal del jueves, y MacKinnon declaró el miércoles que era importante que las partes encontraran una solución en la mesa de negociaciones.
Los Teamsters acusaron al gobierno de permitir a las compañías ferroviarias “esquivar a un sindicato decidido a proteger la seguridad ferroviaria” en una declaración del presidente nacional Paul Boucher que calificó la intervención de “vergonzosa”.
“Las dos principales compañías ferroviarias de Canadá han fabricado esta crisis, han tomado al país como rehén y han manipulado al gobierno para que, una vez más, ignore los derechos de la clase trabajadora canadiense”, declaró Boucher.
CN y CPKC informaron a primera hora de ayer de que habían seguido adelante con sus avisos de cierre patronal y habían interrumpido los servicios después de que las negociaciones con el TCRC no llegaran a un acuerdo, que CPKC achacó a las “exigencias poco realistas” del sindicato.
Es la primera vez que se produce un paro simultáneo en CN y CPKC, responsables de la mayor parte de las operaciones de trenes de mercancías de Canadá.
Grain Growers of Canada estima que el impacto inicial del doble paro costará a los agricultores más de 43 millones de dólares al día sólo en la primera semana. Si el paro continúa, se espera que esas pérdidas aumenten a 50 millones de dólares diarios la semana siguiente y las siguientes, según GCC, que representa a más de 65 mil productores de granos de toda Canadá.