Rodrigo Díaz M.
Las 13 provincias y territorios ahora forman parte del nuevo acuerdo de salud de Ottawa, después de que el ministro federal de salud, Mark Holland, anunciara un pacto en materia de salud con Quebec por un valor de 3.7 billones de dólares.
Hace más de un año, el primer ministro Justin Trudeau propuso a las provincias un nuevo acuerdo de financiación sanitaria para aumentar las transferencias sanitarias federales y proporcionar ayuda específica.
La oferta llegó cuando los premiers y el personal de salud dieron la voz de alarma por el mal estado de los sistemas sanitarios canadienses.
A cambio de los fondos, Ottawa exige a las provincias que informen sobre cómo se gastarán y evalúen si mejoran los resultados sanitarios de los canadienses.
Quebec fue la única provincia que en principio no firmó el acuerdo, preocupada por la soberanía de sus datos sanitarios, y acusó a Ottawa de extralimitarse en sus competencias.
El acuerdo al que finalmente llegó Ottawa con Quebec incluye 2.5 billones de dólares en tres años para mejoras de la atención sanitaria, así como 1.2 billones de dólares en cinco años para mejorar el acceso de los quebequeses de edad avanzada a la atención domiciliaria o a un centro seguro de cuidados de larga duración.
Los acuerdos respetan la “jurisdicción exclusiva” de Quebec en materia de salud, según declaró el ministro provincial de salud, Christian Dubé, en un comunicado.
Sin embargo, al igual que otras provincias, Holland dijo que se exigirá a Quebec que muestre con transparencia cómo se gasta el dinero federal en una lista compartida de prioridades sanitarias, y que presente informes anuales de progreso a disposición del público.
El gobierno de Quebec tiene previsto utilizar los fondos para contribuir a la aplicación de un plan de reforma de la asistencia sanitaria, pero seguirá reclamando más fondos federales.
Según la provincia, la parte federal del gasto en salud disminuirá de un 21,9% estimado en el 2024-25 a un 20,7% en el 2032-33.