Rodrigo Díaz M.
En el presupuesto federal de 2022, el gobierno ha presentado decenas de miles de millones de dólares en nuevos gastos para los próximos cinco años, destinados a iniciativas “específicas” para construir la economía, mientras sigue reduciendo el déficit.
Desde abordar la asequibilidad de la vivienda hasta reforzar las fuerzas armadas canadienses frente a la inestabilidad mundial debida a la guerra de Rusia en Ucrania, pasando por cumplir los compromisos políticos progresistas que les han ayudado a mantenerse en el poder, el presupuesto federal revelado ayer por parte de la viceprimera ministra y ministra de finanzas de Canadá, Chrystia Freeland, esboza cómo los liberales federales proponen dirigir la economía canadiense a través de la persistente inflación, al tiempo que se alejan del gasto de estímulo masivo de la época de la pandemia.
El presupuesto propone 9.5 billones de dólares en nuevos gastos para el año fiscal 2022-23. El aumento de los gastos se centra en el suministro de viviendas, la reconciliación de los indígenas, la lucha contra el cambio climático y la defensa militar nacional, al tiempo que se prevén más de dos billones de dólares en esfuerzos para generar ingresos.
Ahora el nuevo gasto total previsto en el presupuesto federal de 2022 asciende a unos 60 mil millones de dólares, aunque el nuevo gasto neto asciende aproximadamente a la mitad de esa cifra, tras tener en cuenta los planes para obtener decenas de miles de millones de nuevos ingresos mediante medidas contra los bancos y otros organismos especuladores para ayudar a pagar la deuda de Canadá.
El presupuesto, titulado “Un plan para hacer crecer nuestra economía y hacer la vida más asequible”, muestra que el déficit federal se prevé en 113.8 billones de dólares para el año fiscal 2021-22, por debajo de los 144.5 billones de dólares estimados en la última actualización fiscal.
En el año fiscal actual y en los años siguientes, el déficit también se ha reducido con respecto a las proyecciones anteriores y se prevé que siga reduciéndose, con un déficit estimado para 2022-23 de 52.8 billones de dólares, y disminuyendo cada año siguiente, hasta los 8.4 billones de dólares en 2026-27.
El gobierno atribuye a la “recuperación” de Canadá de la pandemia, citando el retorno del PIB real a los niveles anteriores a la pandemia antes de lo previsto y el repunte de la recuperación del empleo, así como al aumento de los ingresos públicos, el haber contribuido a que el presupuesto esté más cerca del equilibrio de lo previsto, al tiempo que se siguen realizando miles de millones en nuevos gastos.
En el presupuesto también se enfoca en el cuidado dental, algo en lo que sin duda tuvo mucho que ver el NDP, dada la actual cooperación con los liberales.