Rodrigo Díaz M.
El gobierno de Pakistán anunció que iniciará una fuerte ofensiva contra los inmigrantes que se encuentran ilegalmente en el país, afirmando que los expulsará a partir del mes próximo y creando alarma entre los extranjeros sin documentación, entre los que se calcula que hay 1,7 millones de afganos.
El ministro del interior interino, Sarfraz Bugti, declaró que la ofensiva no estaba dirigida contra los afganos y que se aplicaría a todas las nacionalidades, aunque la gran mayoría de los inmigrantes en el país son afganos.
La campaña se produce en medio de tensas relaciones entre Pakistán y el vecino Afganistán, liderado por los talibanes, a causa de lo que el gobierno pakistaní afirma que son ataques en Pakistán por parte de militantes aliados de los talibanes que van y vienen a través de la frontera común de 2.611 kilómetros y que encuentran refugio en Afganistán.
Bugti declaró que todos los inmigrantes que se encuentren ilegalmente en Pakistán deben regresar voluntariamente a sus países antes de finales de este mes para evitar detenciones masivas y deportaciones forzosas. Afirmó que el gobierno tenía previsto confiscar las propiedades y bienes de los inmigrantes ilegales, y que iba a habilitar una línea telefónica especial para ofrecer recompensas a los ciudadanos que informaran a las autoridades sobre tales inmigrantes.
Aunque en los últimos años la policía paquistaní ha venido deteniendo y deportando a afganos que se habían colado en el país sin documentos válidos, es la primera vez que el gobierno anuncia una ofensiva de tal envergadura contra la inmigración ilegal.
No es habitual que se produzca un cambio tan importante en la política de inmigración durante un gobierno provisional, cuyo objetivo es ayudar al país durante los periodos intermedios entre el final de una Asamblea Nacional de cinco años y la celebración de elecciones. El primer ministro interino, Anwaarul-Haq-Kakar, asumió el poder en agosto y se supone que gobernará hasta las elecciones previstas para finales de enero.
Según un comunicado del gobierno, la nueva política migratoria se aprobó en una reunión de alto nivel celebrada la semana pasada entre los líderes políticos de Pakistán y los poderosos militares del país.
Pakistán ha sido un refugio para los refugiados afganos desde que millones de personas huyeron de Afganistán durante la ocupación soviética de 1979-1989, creando una de las mayores poblaciones de refugiados del mundo. Desde entonces han huido más afganos, entre ellos unos 100 mil desde que los talibanes se hicieron con el control del país en agosto del 2021.
En la actualidad, 4,4 millones de afganos viven en Pakistán, de los cuales se calcula que 1,7 millones se encuentran actualmente indocumentados.