Rodrigo Díaz M.
El gobierno de Doug Ford asumirá la responsabilidad de la Gardiner Expressway de Don Valley Parkway (DVP) de Toronto, lo que podría ahorrar a la ciudad miles de millones de dólares.
A cambio, la ciudad se ha comprometido a no interponerse en el camino de la provincia en la tramitación de las autorizaciones urbanísticas necesarias para remodelar el Ontario Place.
La operación forma parte de un nuevo acuerdo entre los gobiernos provincial y municipal destinado a resolver los problemas financieros de Toronto. En total, el acuerdo proporcionará a la ciudad hasta 1.2 billones de dólares de alivio financiero en los próximos tres años. La ciudad se enfrenta a un déficit de 1.5 billones de dólares sólo en su presupuesto del 2024.
Una gran parte del acuerdo supondrá que el costo del mantenimiento y reparación de dos de las principales carreteras de Toronto volverá a recaer en el gobierno provincial.
En una rueda de prensa celebrada el lunes, el premier Doug Ford afirmó que la transferencia de la autopista Gardiner y la DVP podría suponer para Toronto un alivio de capital de 7.6 billones de dólares.
“Estas dos autopistas son vitales para el éxito de la economía de la provincia”, declaró Ford. “Este acuerdo garantizará que estos activos de transporte críticos permanezcan en buenas condiciones para que las personas y las mercancías sigan viviendo durante generaciones”.
Ford también se comprometió a no poner peaje en ninguna de las dos carreteras. La ciudad de Toronto intentó introducir peajes en las autopistas en el 2016, pero la medida fue bloqueada por el entonces gobierno liberal.
A principios de este año, el personal de la ciudad dijo que ya se habían adjudicado 500 millones de dólares en contratos para reconstruir la porción oriental de 1,7 kilómetros del Gardiner y que se incluirán otros 650 millones de dólares en contratos en los planes de capital.
La parte de la autopista Gardiner que va desde la autopista 427 hasta el Humber River era gestionada por la provincia como parte de la Queen Elizabeth Way, hasta que el gobierno de Mike Harris transfirió los costos a la ciudad en 1997 como medida de ahorro para Ontario.
El acuerdo también supone una victoria para el gobierno de Ford en su lucha por transformar el Ontario Place.
La ciudad ha acordado dar a la provincia “autoridad para avanzar en la aprobación de proyectos para el Ontario Place”. La alcaldesa de Toronto, Olivia Chow, confirmó durante la rueda de prensa que el ayuntamiento cederá terrenos de propiedad municipal a la provincia para la reurbanización y se apartará del camino de Ford en los planes para la zona.
El cambio supone un paso atrás para Chow, quien durante su campaña electoral del 2023 sugirió que retendría la parcela para evitar que la provincia siguiera adelante con la construcción de un gran balneario privado en la zona.