Susana Donan
La reducción de las tasas de los promotores, la autorización de más unidades en una parcela residencial y la puesta en marcha de programas de alquiler con opción a compra son algunas de las medidas que Ontario ha anunciado este martes para hacer frente a la crisis de la vivienda.
El gobierno conservador progresista ha prometido construir 1,5 millones de viviendas en 10 años, y ha introducido una nueva legislación destinada a estimular y acelerar el desarrollo del sector de la construcción.
La provincia ha identificado 29 municipios en los que deberá construirse la mayor parte de las nuevas viviendas para alcanzar ese objetivo provincial, y les exigirá que elaboren “compromisos” sobre cómo cumplirán los objetivos asignados, aunque de momento no hay consecuencias por no alcanzarlos.
Según la provincia, Toronto necesitará 285 mil nuevas viviendas, Ottawa 151 mil, Mississauga 120 mil y Brampton 113 mil. Ontario ha concedido anteriormente a los alcaldes de Toronto y Ottawa los llamados poderes de alcalde fuerte para anular el consejo cuando los votos entren en conflicto con la construcción de viviendas.
La lista de municipios con mayores necesidades de vivienda podría indicar otras ciudades a las que Ford podría conceder poderes de alcalde fuerte en el futuro.
Ford y su ministro de vivienda promovieron la legislación en un acto de la Junta de Comercio de la Región de Toronto el martes.
“Nuestro gobierno nunca ignorará a las muchas familias de Ontario”, dijo Ford en su discurso.
“El sueño de todos es tener una pequeña valla blanca. Cuando pongan la llave en la puerta, sabrán que están acumulando patrimonio, que pueden hacer pequeños retoques en su casa y aumentar su valor. Ese es nuestro objetivo. No dejaremos que la ideología y la política se interpongan en el camino de hacer lo correcto para todos los habitantes de Ontario”.
La legislación permitiría construir hasta tres unidades residenciales en un mismo terreno sin necesidad de modificar la normativa. Esas nuevas unidades también estarían exentas de las tasas de urbanización.
La provincia también propone congelar, reducir y eximir las tasas asociadas a la construcción de nuevas viviendas para estimular la construcción. Las viviendas asequibles, las viviendas sin ánimo de lucro y las viviendas de inclusión, es decir, las viviendas asequibles en los nuevos desarrollos, así como algunas unidades más asequibles, estarían exentas de diversas tasas.
Los constructores de viviendas de alquiler también verían reducidas las tasas de urbanización, con mayores descuentos en las unidades de tamaño familiar.
Los funcionarios del Gobierno, en una sesión informativa de carácter técnico, no pudieron precisar el impacto financiero que esto tendría en los municipios.
El nuevo plan de vivienda también incluye la introducción de una mayor densidad de viviendas cerca de las estaciones de tránsito, y el uso de terrenos excedentes del gobierno, casas modulares y programas de alquiler con opción a compra.
El ministro de asuntos municipales y vivienda, Steve Clark, dijo que estas políticas representan los cambios más audaces en materia de vivienda que ha hecho el gobierno provincial hasta la fecha.
Clark también anunció a última hora del lunes que la provincia iba a elevar el impuesto sobre la especulación de los no residentes sobre las viviendas adquiridas por extranjeros del 20% al 25%, con efecto a partir de esta semana.