Rodrigo Díaz M.
El gobierno liberal de Canadá está desempolvando una medida que prometió hace años e incorporando las propuestas de otros partidos para abaratar los alimentos y aumentar el número de viviendas, en su lucha por hacer frente a los problemas de asequibilidad que preocupan a muchos canadienses.
“La promesa de Canadá es que cada generación llegue aún más alto que la anterior”, dijo ayer el primer ministro Justin Trudeau. “Nuestro trabajo como gobierno, como equipo, es asegurar esa promesa”.
Las encuestas sugieren que los canadienses creen que los conservadores harían un mejor trabajo en materia de asequibilidad y vivienda, mientras que el NDP ha criticado enérgicamente a las empresas por el alto costo de los alimentos.
El ministro de industria, François-Philippe Champagne, dijo que pedirá a las cinco mayores empresas dueñas de supermercados de Canadá que presenten un plan para estabilizar los precios antes de Acción de Gracias, y que no descarta obligarlas a hacerlo mediante medidas fiscales.
En un comunicado de prensa, los liberales también afirmaron que tomarán medidas para “mejorar la competencia en toda la economía canadiense”, otorgando a la oficina de competencia el poder de tomar medidas contra las empresas que colaboren para ahogar la capacidad de elección de los consumidores, citando en concreto a las grandes tiendas de comestibles que han impedido a sus competidores instalarse en las inmediaciones.
Pero la mayoría de las medidas de ayer se refieren a la vivienda, con el gobierno federal comprometiéndose a eliminar el impuesto sobre el valor añadido en la construcción de nuevos edificios de apartamentos de alquiler, una medida que Trudeau prometió por primera vez en las elecciones del 2015 que llevaron a los liberales al poder.
Trudeau argumentó que los liberales desecharon deliberadamente esa promesa porque no respondía a las necesidades del momento.
La medida reduciría el costo de la mano de obra y los materiales para los constructores de viviendas.
Los liberales también han seguido los pasos del líder conservador Pierre Poilievre y han señalado a los municipios por sus políticas de zonificación excluyentes que impiden la construcción de viviendas.
El ministro de vivienda, Sean Fraser, envió ayer una carta al alcalde de Calgary instando al ayuntamiento a facilitar a los propietarios el alquiler de sus sótanos. El proceso actual conlleva montones de papeleo y los intentos de cambiar la política han dado lugar a acaloradas reuniones.
La carta señalaba que las ciudades debían fomentar la construcción de apartamentos cerca de zonas aledañas al transporte público para obtener financiación federal a través del fondo acelerador de la vivienda.
Los liberales también han prometido nuevas medidas, no especificadas, en materia de asequibilidad para este otoño.
Champagne tomó nota de las medidas adoptadas por la cadena francesa de supermercados Carrefour para conseguir precios más bajos de marcas mundiales como Nestlé y Unilever.
Esta semana, la cadena de supermercados ha empezado a pegar stickers de advertencia de “shrinkflation” en productos cuyo tamaño ha disminuido pero cuyo coste ha aumentado, a pesar de que el precio de las materias primas se ha estabilizado.