Rodrigo Díaz M.
Una propuesta de revisión de las directrices canadienses sobre el consumo de alcohol, que tienen una década de antigüedad, advierte del aumento de los riesgos para la salud que suponen el consumo de solo tres botellas de bebidas alcohólicas a la semana y pide el etiquetado obligatorio de todas las bebidas alcohólicas.
En su propuesta de actualización de las directrices canadienses sobre el consumo de alcohol de bajo riesgo, el Centro Canadiense sobre el Uso de Sustancias y Adicciones (CCSA) evita ofrecer un límite diario o semanal específico en favor de esbozar un continuo de riesgo e instar a “menos es mejor”.
El centro, con sede en Ottawa, afirma que el riesgo es de insignificante a bajo para dos bebidas a la semana, moderado para tres a seis bebidas a la semana y cada vez más alto a partir de ahí.
Se trata de un cambio radical respecto a las directrices actuales, publicadas en 2011, que recomiendan un límite en el consumo de alcohol a 10 bebidas a la semana para las mujeres y a 15 para los hombres.
Pero la CCSA dice que una revisión de más de cinco mil estudios muestra que incluso cantidades muy pequeñas de alcohol pueden ser perjudiciales, con el alcohol ahora reconocido como un factor de riesgo para un número creciente de enfermedades.
La CCSA afirma que esto incluye al menos siete tipos de cáncer, y que el alcohol es responsable de casi siete mil casos de muerte por cáncer cada año. La mayoría de los casos son de cáncer de mama o de colon, seguidos de los de recto, boca y garganta, hígado, esófago y laringe.
El informe también desmiente la idea de que beber con moderación protege contra las enfermedades del corazón, señalando que investigaciones recientes han descubierto que beber poco alcohol no disminuye ni aumenta el riesgo y que, a niveles más altos, el alcohol es un factor de riesgo para la mayoría de los tipos de enfermedades cardiovasculares.
La CCSA señala que una proporción significativa de las muertes atribuibles al alcohol en Canadá se produjo entre personas que seguían las directrices de 2011.
El informe también pide a Health Canada que exija que las etiquetas de las bebidas alcohólicas indiquen el número de bebidas estándar que contiene cada una, señalando que las investigaciones sugieren que los canadienses tienen una comprensión limitada de lo que constituye una bebida estándar.
En la actualidad, los envases deben indicar su porcentaje de alcohol por volumen, pero esto no ayuda a que la gente siga los consejos basados en el número de bebidas que uno puede tomar, dice el informe.
“La incoherencia de los mensajes provoca confusión en los consumidores y crea obstáculos para que se adhieran a las orientaciones sobre el consumo de alcohol”, afirma el informe.
El informe también señala que el consumo de alcohol por parte de los hombres provoca un número desproporcionadamente mayor de lesiones, violencia y muertes, y que los riesgos para la salud de las mujeres aumentan más que los de los hombres por encima de niveles bajos de consumo. Las recomendaciones no se limitan a examinar los riesgos del alcohol para la salud, sino que también abordan cuestiones relacionadas con los daños mentales y sociales, como la violencia doméstica y la violencia sexual.