Por Alexander Terrazas *
El domingo 14 de octubre fue una fecha especial para la Iglesia Católica en el mundo, porque ese día se oficializó la canonización de 7 nuevos santos. La ciudad de Toronto despertó con un sol radiante y con una helada brisa que soplaba las calles y avenidas. Pisando las hojarascas del otoño, la gente salía de sus casas con abrigos ligeros, tomaba el bus o el metro y luego se internaba al caótico tráfico de la gran urbe para dirigirse a la santa misa a dar gracias a Dios y rendir homenaje a los 7 nuevos santos de la Iglesia Universal.
Mientras eso sucedía en la capital de la provincia Ontario, a miles de kilómetros de distancia, en la plaza de San Pedro del Vaticano, se vivía un ambiente de fiesta y júbilo que era televisado en vivo por casi todas las cadenas internacionales. El Papa Francisco canonizaba a 7 beatos, entre ellos el Papa Pablo VI, Mons. Oscar Arnulfo Romero y Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús; estos últimos pertenecientes al continente americano. Al finalizar la Misa de Canonización de los nuevos santos, el Papa Francisco animó a los millones de fieles en todo el mundo a acudir a la Virgen María para que nos ayude a seguir el ejemplo de los nuevos Santos.
El mensaje de Francisco aterrizó en suelo canadiense y en todas iglesias católicas de la Arquidiócesis de Toronto donde se celebran misas en español, replicaron el sermón del Santo Padre a los fieles. Por ejemplo, en la Iglesia San Felipe Neri se expuso una imagen del rostro de Monseñor Arnulfo Romero y durante la homilía de la eucaristía, se presentaron testimonio de fe sobre la vida del nuevo ‘Santo de América’. Similares actividades se realizaron en las parroquias de Nuestra Señora de Guadalupe, San Agustín de Canterbury, San Juan Bautista, San Pablo Apóstol, Santos Mártires de Japón, Santa María, San Judas Tadeo, Santa Catalina de Siena, San Juan Diego, Santo Tomás de Aquino, San Antonio, Santiago y Santo Tomás Moro.
El viernes 12 de octubre se realizó una Misa en Trinity College Chapel (6 Hoskin Ave.), organizada por varias organizaciones salvadoreñas. Pese a que no hubo una celebración exclusiva en homenaje a San Romero, la comunidad hispana especialmente salvadoreña acudió masivamente durante el domingo 14 a las iglesias católicas por la canonización de Monseñor Óscar Romero. Su fama se ha extendido por todos los rincones del mundo, llegando hasta la ciudad de Toronto donde hay una escuela secundaria católica nombrada en su honor, ubicada en el 99 de Humber Boulevard; y la famosa Casa de Romero o Romero House, situada en el 1558 de Bloor St. West.
En sintonía con el Evangelio y con el mensaje del Papa, el coordinador del coordinador del Consejo de Sacerdotes Hispanos, Padre Ricardo Quiñones, manifestó que se hizo una mención especial durante la misa del domingo basado en el Evangelio. “Jesús es radical. Él lo da todo y lo pide todo: da un amor total y pide un corazón indiviso”, afirmó.