Isabel Inclan
Con la reestructuración del nuevo gabinete federal de Justin Trudeau y especialmente con el nombramiento del nuevo ministro de Inmigración, Refugio y Ciudadanía, Marco Mendicino, se abre la esperanza para una familia guatemalteca con seis hijos, radicada en Kitchener, Waterloo, que enfrenta una orden de deportación.
La familia Roblero radicaba en Estados Unidos, donde nacieron sus seis hijos. Su condición indocumentada y la férrea política antiinmigrante del presidente Donald Trump provocó que esta familia buscara refugio en Canadá en 2017 por temor a ser separada.
El año pasado su petición de refugio les fue negada sin posibilidad de apelación. Canadá y Estados Unidos tienen un Acuerdo de Tercer País Seguro, en vigor desde diciembre de 2004, según el cual ninguno de los dos países puede aceptar peticiones de refugio de un individuo que venga del otro país.
De esta forma, le pasado 2 de noviembre Daniel Roblero fue deportado a Guatemala, mientras el resto de la familia espera la decisión a su petición de estancia en este país por razones humanitarias (H & C) bajo el argumento de que su vida correría peligro en Guatemala, país que abandonaron hace dos décadas debido a la violencia y persecución, y la condición médica delicada de tres de los menores. Uno de ellos galactosemia, que afecta su hígado y riñón.
Hasta ahora lo que sabe la madre, Sandra, es que se les permitirá estar aquí en las fiestas navideñas pero que deberán dejar Canadá en enero, a menos que alguna decisión favorable llegue por parte del gobierno federal.
Familia Roblero Morales tiene una cita con la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA, en inglés) el 10 de diciembre próximo, donde recibirán su fecha de deportación. En caso de que la deportación no pueda ser detenida, la familia Roblero deberá decidir si van todos a Guatemala o si dejan a los menores de entre 5 y 16 años de edad al cuidado del hijo más grande (18 años).
En su carta a las autoridades de Inmigración Sandra Roblero escribió: “Lo que quiero es tener la oportunidad de quedarme aquí (Canadá) con mis hijos. También quiero que mi esposo regrese pronto. Por favor, no me separen de mis hijos. Quiero estar con ellos. Me necesitan. Por favor, denme la oportunidad de cuidar a mis hijos y quedarme en Canadá. Sé que tienen el poder de hacer esto”.
Al respecto, Stacey Gómez, activista guatemalteco-canadiense e integrante de la organización proinmigrantes No One is Illegal-Halifax (NOII-Hfx), declaró a El Centre News: “Deportar a la familia a Guatemala, un país donde temen por su seguridad y en el que los niños nunca han puesto los pies sería injusto. Deportarlos a Estados Unidos, lo que los separaría de sus padres, también sería injusto. La mejor opción es que esta familia pueda permanecer en Canadá, donde tienen familia y comunidad, así como la seguridad y los servicios de salud que necesitan”.
NOII-Hfx, el Grupo de Investigación de Interés Público de Estudiantes de Laurier y la organización No One is Illegal-Toronto se encuentran entre los doce grupos y organizaciones de todo Canadá que enviaron una carta abierta al gobierno de Trudeau el 19 de noviembre, pidiendo que se permita a la familia quedarse. Una vez que se nombró al nuevo gabinete federal, la carta abierta fue reenviada a los nuevos ministros.
Las organizaciones pro inmigrantes y defensoras de los derechos humanos hacen un llamado al gobierno de Trudeau para que detenga el traslado de la familia Roblero Morales y les otorgue la residencia temporal para que puedan quedarse hasta que se decida su solicitud de H&C. Además, instan al gobierno de Trudeau a responder favorablemente a la solicitud de H&C de la familia.
“También pedimos al gobierno de Trudeau que respete los derechos de los niños, lo que incluye poner fin a la deportación y la detención de los niños migrantes y sus familias, así como poner fin a la práctica de la separación familiar”, agregó Stacey Gómez.
Como apoyo a esta familia Manolo Rosales creó una cuenta GoFundMe que espera recaudar cinco mil dólares, de los cuales lleva mil 780 dólares.
La familia y las asociaciones civiles enmarcan esta petición de razones humanitarias en el reciente anuncio del primer ministro Trudeau de destinar el 20 de noviembre al Día Nacional de la Infancia, por lo que piden protección para estos seis niños, que enfrentan una orden de deportación a un país que no conocen.
Un informe reciente del Consejo Canadiense para los Refugiados descubrió que la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA, en inglés) habitualmente retiene a los niños en detención de inmigrantes y separa a las familias migrantes, a pesar de un compromiso en contrario hecho hace dos años por el entonces Ministro de Seguridad Pública, Ralph Goodale, reemplazado ahora por el ex jefe de la policía de Toronto, Bill Blair.
Ante casos como éste, diversas organizaciones canadienses que apoyan a los migrantes han pugnado por que Canadá suspenda el Acuerdo de Tercer País Seguro, bajo el argumento de que, con el gobierno de Trump, Estados Unidos ya no es un país seguro para los migrantes.
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Fotos cortesía de la familia Roblero Morales.














