El exdirector del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (Uscis) de Estados Unidos León Rodríguez es pesimista sobre un acuerdo sobre el Estatus de Protección Temporal (TPS) y la Acción Diferida (DACA) entre el presidente Donald Trump y los demócratas para mantener abierto el Gobierno.
“El presidente entiende bien que su base de apoyo más sólido consiste en personas agresivamente opuestas tanto a DACA como a TPS”, dijo en entrevista con Efe el director de la agencia federal entre 2014 y 2017.
Por este motivo duda seriamente de que Trump vaya a otorgar una “vía a la ciudadanía” a estos dos grupos de inmigrantes, que suman más de un millón de personas entre “soñadores” y “tepesianos”, como popularmente se les conoce, una de las peticiones de los demócratas.
Estos dos grupos de inmigrantes se han convertido en uno de los principales elementos de negociación de Trump para lograr fondos para construir su ansiado muro fronterizo con México.
Los demócratas, que controlan la Cámara de Representantes, se niegan a dar esa partida a Trump, que rechaza firmar un presupuesto que no incluya 5.700 millones de dólares para su muro, lo que llevó a cerrar parcialmente la Administración federal durante 35 días, el más prolongado en la historia del país.
En una de sus últimas propuestas antes de renunciar temporalmente a mantener cerrado el Gobierno, Trump llegó ofrecer a los demócratas tres años más de protección migratoria para estos migrantes, aunque para Rodríguez este ofrecimiento no sería de gran “ayuda” para los migrantes.
Para este abogado, no es una “propuesta muy buena” pues no se espera una pronta decisión de la Corte Suprema sobre DACA ni TPS, por lo que las suspensiones judiciales de las órdenes del Gobierno de no renovar los permisos de amparo a estos migrantes seguirán vigentes mientras tanto.
En las próximas tres semanas, demócratas, republicanos y la Casa Blanca deberán renegociar un nuevo presupuesto federal que evite un nuevo cierre parcial de la Administración y se espera que la protección a “soñadores” y “tepesianos” siga sobre la mesa.
El exdirector de Uscis durante el Gobierno de Barack Obama (2009-2017) recordó que fueron las acciones “desafortunadas” de Trump las que pusieron fin al amparo a cerca de 690.000 jóvenes indocumentados llegados al país cuando eran niños y unos 430.000 protegidos por el TPS, en su mayoría centroamericanos.
El abogado es uno de los exfuncionarios que mejor conoce estos programas, pues en sus cuatro años al frente de Uscis supervisó la renovación de TPS y DACA y cree que estos dos grupos se merecen la oportunidad de obtener una legalización permanente que les permita en algún momento acceder a la ciudadanía.
“No hacer el esfuerzo para encontrar otra alternativa para los beneficiados de DACA y TPS representa un mal para los Estados Unidos que le costaría mucho al país”, dijo.
Además, apuntó, buena parte de ellos decidirá “no regresar a sus países de origen” en caso de quedarse sin amparo, pues “ninguno de los países tienen condiciones” para recibirles y se convertirían en indocumentados.
“El espíritu de programas como el TPS precisamente se basa en esa imposibilidad de estos inmigrantes a regresar a sus países”, recordó.
Y es que mientras el Gobierno Trump ha usado a estos inmigrantes como un botín político, el exdirector de Uscis los defiende y resalta que estos dos grupos son un ejemplo del valioso aporte de los indocumentados al país: “No podemos perder todo este esfuerzo y aporte de estos inmigrantes”.
Rodríguez, que actualmente es socio de la firma de abogados Seyfarth Shaw LLP, lamenta que, en su afán de justificar su decisión de terminar los programas, la Casa Blanca se haya esforzado en vincular a estos inmigrantes con actos criminales, especialmente con los centroamericanos protegidos por el TPS.
“Es parte de la estrategia para crear confusión”, insistió sobre la búsqueda continua de “pruebas” que apoyen esa afirmación.
Por todo ello, el exfuncionario, que tuvo a su cargo a cerca de 19.000 trabajadores que componen USCIS, cree que una “propuesta seria” para estos dos grupos serían “protecciones permanentes, con una camino realístico a la ciudadanía”.
Sin embargo, ese principio ya formó parte de varios proyectos de ley que encallaron por el voto en contra de la mayoría de los republicanos y en la actualidad el Senado está controlado por los conservadores, por lo que se anticipa difícil que pueda concretarse, y, según Rodríguez, más todavía con Trump en la Casa Blanca.