Rodrigo Díaz M.
Un nuevo estudio ofrece un análisis más detallado de los posibles factores que pueden llevar a que algunos pacientes hospitalizados por COVID-19 vuelvan a ingresar en el plazo de un mes tras el alta médica.
Los investigadores afirman que la tasa de reingreso al hospital es similar a la observada en otras enfermedades, pero los factores socioeconómicos y el sexo parecen desempeñar un papel más importante a la hora de predecir qué pacientes tienen más probabilidades de sufrir un empeoramiento al ser enviados a casa.
La investigación publicada recientemente en el Canadian Medical Association Journal analizó a 46.412 adultos hospitalizados por COVID-19 en Alberta y Ontario durante la primera ola de la pandemia.
Alrededor del 18% (8.496 pacientes) murieron en el hospital entre enero de 2020 y octubre de 2021, una cifra superior a la habitual en comparación a otras infecciones de las vías respiratorias.
Entre los que fueron enviados a casa, alrededor del 9% regresó al hospital en los 30 días siguientes a su salida, mientras que el 2% murió.
La tasa combinada de reingresos o muertes fue similar en cada provincia, con un 9,9% o 783 pacientes en Alberta, y un 10,6% o 2.390 pacientes en Ontario.
El informe reveló que la mayoría pasó menos de un mes en el hospital y que los pacientes que permanecieron más tiempo fueron readmitidos con una tasa ligeramente superior.
Los pacientes readmitidos tendían a ser hombres, de mayor edad y con múltiples y visitas e ingresos hospitalarios previos. También era más probable que recibieran el alta con atención domiciliaria o en un centro de atención a largo plazo.
En el estudio no se determinó con exactitud en qué medida el estatus socioeconómico era un factor en sí mismo, sino que se examinó los códigos postales asociados con los llamados indicadores de “privación”, como una menor educación e ingresos entre los residentes.
Los reingresos fueron más o menos los mismos independientemente del vecindario, pero los pacientes de códigos postales con una puntuación alta en el índice de privación tenían más probabilidades de ser ingresados por COVID-19.
El período de investigación es anterior a la ola de Omicron que apareció a finales de 2021, pero se cree que no hay razón para sospechar que haya mucha diferencia entre los pacientes actuales.