Rodrigo Díaz M.
A medida que se reducen los casos de COVID-19 en Canadá y se levantan las restricciones, los hospitales están reanudando las cirugías que fueron suspendidas por la pandemia, lo que ha provocado una repentina y urgente necesidad de donaciones de sangre.
Los Servicios Canadienses de Sangre (CBS, por sus siglas en inglés) informaron que más de 23 mil donantes son necesarios antes termine el mes de julio para satisfacer esta demanda sin precedentes.
Además de hacer frente a la acumulación de cirugías, el verano también puede provocar un aumento de los accidentes de tráfico cuyas víctimas también necesitarán transfusiones de sangre, creando una situación muy grave, pues se necesitan varios donantes (hasta ocho donantes) para salvar la vida de una sola persona.
Las donaciones de sangre han empezado a disminuir a medida que las restricciones de salud pública se reducen en todo el país, probablemente debido a que la gente quiere volver a la vida pública en lugar de reservar otra cita en el banco de sangre. También se están perdiendo o cancelando algunas citas, según la CBS.
Los cirujanos afirman que la posibilidad de una escasez de sangre en los hospitales de Canadá sería devastadora, ya que están trabajando en ponerse al día con el gran número de cirugías pospuestas.
Sólo en Ontario, la Oficina de Responsabilidad Financiera calcula que el número de cirugías pospuestas debido a la pandemia podría superar las 400 mil. Esto supone dos tercios del número de cirugías realizadas durante un año normal en la provincia.
La CBS explicó que, debido al riesgo continuo de COVID-19, todavía no se aceptan donaciones sin cita previa. Sin embargo, las citas pueden concertarse fácilmente en línea, con mucha antelación o el mismo día en que los donantes deseen donar sangre.
La agencia afirma que existen protocolos de seguridad para proteger la salud de los donantes y del personal.