Rodrigo Díaz M.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha retrasado un mes la introducción de aranceles del 25% sobre las importaciones procedentes de México mientras los dos países mantienen negociaciones.
Trump dijo que “detendría inmediatamente los aranceles previstos», que debían entrar en vigor el martes”.
El avance de última hora se produjo tras una llamada telefónica entre Trump y la presidenta Claudia Sheinbaum, en la que la líder mexicana acordó enviar a 10 mil miembros de la Guardia Nacional a la frontera entre Estados Unidos y México para “prevenir el tráfico de drogas, en particular de fentanilo, de México a Estados Unidos”.
La presidenta Sheinbaum dijo que Estados Unidos, a su vez, había acordado aumentar las medidas para prevenir el tráfico de armas estadounidenses de alto poder a México.
Sheinbaum dio la noticia el X, escribiendo que había tenido una “buena conversación con gran respeto por nuestra relación y soberanía” con su homólogo estadounidense, que según ella había llevado a que los aranceles se suspendieran durante un mes.
La Casa Blanca había dicho anteriormente que la “audaz acción” del presidente Trump consistía en hacer que México, así como China y Canadá, “rindan cuentas de sus promesas de detener la inmigración ilegal y evitar que el venenoso fentanilo y otras drogas entren en nuestro país”.
Además de reforzar la frontera norte de México y el compromiso de Estados Unidos de trabajar para frenar el flujo de armas a México, Sheinbaum escribió que los dos países empezarían a trabajar para llegar a un acuerdo sobre seguridad y comercio.
Trump confirmó la pausa poco después, describiendo su conversación telefónica con Sheinbaum como “muy amistosa”.
El tono es marcadamente diferente al de los últimos días, cuando Trump acusó al gobierno mexicano de tener una “alianza intolerable” con las bandas de narcotraficantes.
Aunque Sheinbaum había denunciado airadamente la acusación como “calumnia”, también insistió en que “los problemas no se resuelven imponiendo aranceles, sino hablando”.
Esa estrategia parece haber dado algunos resultados y, aunque la amenaza de los aranceles estadounidenses no ha desaparecido por completo, la líder mexicana ha ganado algo de margen de maniobra y, por ahora, ha evitado una guerra comercial entre los dos países.