Rodrigo Díaz M.
Anthony Blinken se reunió el lunes con el Presidente chino, Xi Jinping, para mantener conversaciones y reanudar las comunicaciones de alto nivel entre las superpotencias rivales.
Xi Jinping afirmó que se habían hecho progresos, mientras que Blinken indicó que ambas partes estaban abiertas a proseguir las conversaciones.
“Ambos coincidimos en la necesidad de estabilizar nuestra relación”, declaró Blinken. Sin embargo, Blinken se mostró “lúcido” respecto a China y afirmó que había “muchas cuestiones en las que discrepamos profundamente, incluso con vehemencia”.
Las relaciones entre Pekín y Washington han caído en picado a raíz de la guerra comercial desatada por Trump, las reivindicaciones asertivas de Pekín sobre Taiwán y el derribo de un supuesto globo espía chino sobre Estados Unidos a principios de este año.
La visita de Blinken es la primera de un alto diplomático estadounidense en casi cinco años.
Según el departamento de estado estadounidense, las conversaciones entre él y Xi incluyeron desde la guerra de Rusia en Ucrania y la crisis del fentanilo en Estados Unidos hasta Taiwán, Corea del Norte y las supuestas violaciones de los derechos humanos por parte de China.
Y aunque no se produjeron avances claros, Xi sugirió que las relaciones podrían estar avanzando en una dirección positiva.
La reunión con Xi no figuraba inicialmente en la agenda de Blinken y fue anunciada apenas una hora antes de su celebración.
Sin embargo, de no haberse producido, se habría considerado un desaire, sobre todo teniendo en cuenta que el cofundador de Microsoft, Bill Gates, se reunió con Xi en Pekín a principios de la semana pasada.
En cambio, los estadounidenses podrán señalar la visita del secretario, que también incluyó reuniones con el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, y el ministro de Asuntos Exteriores, Qin Gang- como, un exitoso reencuentro con el gobierno chino tras meses de frías relaciones.