La historia no es nueva, sucede cada cinco años, es decir, cada vez que se censa a la población. Pero ¿dónde está el problema? ¿Es que la entidad estatal no nos cuenta bien? ¿O será que nuestra comunidad no se auto identifica adecuadamente? Lo más probable es que la respuesta sea una combinación de ambas opciones.
Por Oscar Vigil
TORONTO. Duberlis Ramos, Director Ejecutivo del Consejo de Desarrollo Hispano (HDC), una de las pocas instituciones latinas que realiza trabajos de investigación de la comunidad, ejemplifica claramente este problema al tomar como ejemplo los números que Estadísticas Canadá ha asignado a la comunidad ecuatoriana.
“Los ecuatorianos llegaron a Canadá frente al primer cambio migratorio en el año 1958, y lo que yo veo es que es una comunidad muy grande. Incluso, personeros de la comunidad ecuatoriana han llegado a hablar de números ubicados en cientos de miles de personas, pero el censo lo que esta contado en este momento es solamente 11,485 ecuatorianos en todo Canadá, lo cual me parece un numero extraordinariamente bajo”.
¿Qué implica eso? “En mi opinión, dice Ramos, muchos compatriotas ecuatorianos, al momento de hacer el censo, ya no dicen que son de origen ecuatoriano, sino que probablemente responden que son canadienses, que es una respuesta al opuesto en términos de cómo debería ser el conteo. La otra posibilidad también es que responden en un número significativo que son o que tienen familias que ya no son solamente ecuatorianas, sino que están relacionados con una doble o tercera nacionalidad, por lo que en el censo ese conteo también baja por esa razón”.
El caso sirve para ejemplarizar lo que estaría detrás de los bajos números de la comunidad que dio a conocer recientemente estadísticas Canadá, los cuales también reflejan que la comunidad continúa teniendo un desface entre lo que cree que son sus números y lo que realmente arroja el censo.
El número 674,640 es la estimación de Estadísticas Canadá con respecto a una población que describe como “Latin, Central and South American origen”, la cual, de acuerdo con Ramos, a estas alturas debería estar rondando el millón de personas.
“La parte problemática del análisis es cómo se distribuyen las edades de nuestra comunidad, y creo que ahí están en parte algunas respuestas a nuestros bajos números: lo que dice el censo claramente es que alrededor del 60 por ciento de nuestra comunidad es primera generación, 35% segunda generación (lo cual incluye a niños nacidos por lo menos de un papa de origen latinoamericano), y la tercera generación, de dos papas nacidos en Canadá, que es alrededor del 5 por ciento”.
“Mi impresión es que esto hace que los números en nuestra comunidad en cierta medida estén bastante bajos, por el tema de cómo se auto identifican”, explica.
Porque en su lógica, estos números lo que presentan en gran medida es cómo nosotros mismos nos definimos al momento de hacer el censo.
OSCAR VIGIL: En esta lógica, ¿cuál es la razón entonces de que estemos mal contados?
DUBERLIS RAMOS: Por un lado, está el problema de nuestra comunidad de que no se define inmediatamente como miembro de la comunidad como tal. Porque muchas personas se definen ya automáticamente como canadienses, pero por el otro lado creo que el mismo censo en sí, el instrumento, debería tener un grado más de control sobre estas alternativas y no lo tiene, porque ofrece un menú de posibilidades que permiten que haya esta posibilidad de mal conteo.
OV: ¿Por qué es importante un conteo real en el censo?
DR: Porque, por ejemplo, usando un caso específico de los adultos mayores, las pensione y los beneficios están bajo lo que se llama sistema de reparto, es decir, que contribuimos todos con nuestros impuestos y pagos, y el sistema reparte de acuerdo con nuestro conteo, a nuestra figuración en las estadísticas públicas. En ese sentido, tener un bajo conteo implica obviamente menos responsabilidad hacia nuestra comunidad en términos de programas sociales.
Ramos dice que son particularmente interesantes los números en relación con México, el cual es enorme en relación con el resto de países latinoamericanos. El censo presenta una población de 74,180 mexicanos, mientras que, a la comunidad salvadoreña, que tradicionalmente ha sido una de las más grandes en el país, únicamente le otorga alrededor de 25 mil personas. A la comunidad colombiana, por otra parte, la contabiliza con 27,285 personas.
El desface entre la realidad y/o la percepción que la comunidad tiene, en relación con los números que aparecen oficialmente en el censo, es fundamental, ya que al final de cuentas lo que realmente pesa y cuenta son los datos estadísticos oficiales. Y si en estos, la comunidad aparece con números sumamente bajos, esa será la única realidad que exista para las instituciones del país y la aplicación de las políticas oficiales, explicó el académico.
CITA
“Con el censo tenemos un desface bastante significativo, y eso apunta a algunos problemas que debemos comenzar a tratar de resolver”, dijo Duberlis Ramos
CIFRA
674,640
Es el número de hispano / latinos que viven en el país, según Estadísticas Canadá