México ganó por primera vez en la historia al equipo que más veces ha llegado a semifinales (13) y cuyos títulos sólo supera Brasil, con récord de partidos (107) y goles (224). Echando por tierra, con un magistral planteamiento de su técnico, Juan Carlos Osorio, la que hubiera sido la octava victoria consecutiva de la ‘Mannschaft’ en un primer partido mundialista.
Le ganó a Alemania, la última campeona, por 1-0. Hirving Lozano, a los 34′ de la etapa inicial, marcó el único gol con el que México disfruta tras electrizante partido. Vibrante la actuación de un equipo azteca que se lleva su premio fruto de la garra en cancha.
La entrada en el lateral izquierdo de Marvin Plattenhardt por Jonas Hector -al que le sobrevino una gripe antes del encuentro- fue la gran sorpresa en el once inicial de Joachim Löw, que no prescindió de Mesut Özil a pesar de las controversias extradeportivas vinculadas a su foto con Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, el país de sus ancestros.
El colombiano Osorio -gran amante de las rotaciones- incluyó de salida al polivalente Miguel Layún, esta vez por la derecha del ataque, con un magistral Carlos Vela de enganche, por delante del efectivo pivote Herrera-Guardado, con Lozano por la izquierda y ‘Chicharito’ en punta.
El ‘Profesor’, tan criticado desde algunos sectores como querido por sus jugadores, insistió en la prevalencia del “amor a ganar sobre el miedo a perder”, tal y como respondió a Efe en la víspera, durante su conferencia de prensa. Y le planteó un partido de tú a tú a la cuádruple campeona del mundo.
La primera mitad fue trepidante. México ya avisó en el segundo minuto, con una ocasión clara de Lozano -que se ‘salió’ en Holanda, donde ganó la liga con el PSV- a pase de Vela, gran creativo del ‘Tri’ en el Luzhniki.
Alemania insistía por banda derecha, merced a Joshua Kimmich, pero los intentos de su no menos emergente delantero Timo Werner y del madridista Toni Kroos, que porta galones en la ‘Mannschaft’, siempre encontraron segura respuesta de la ordenada defensa mexicana y de su guardameta, Guillermo Ochoa.
La elaboración germana era la antesala del contraataque mexicano; y Alemania se enteró pronto por qué a Lozano lo apodan ‘Chucky’. El veloz atacante aprovechó un servicio al hueco del ‘Chicharito’ Hernández para hacerle un endiablado recorte a Mats Hummels y abrir el marcador, a diez minutos para el descanso, al que se llegó entre ‘olés’ de la afición mexicana y tras una falta al larguero de Kroos que tocó con la punta de los dedos Ochoa.