Rodrigo Díaz M.
Las escuelas de Ontario volverán a abrir para el aprendizaje en persona el próximo lunes 17 de enero, según confirmó un portavoz del gobierno de Doug Ford.
Inicialmente se tenía programada la reapertura de las escuelas para el 3 de enero, pero el gobierno retrasó el regreso a las aulas para el 5 de enero, alegando que los dos días adicionales darían tiempo a las escuelas para proporcionar máscaras N95 al personal y para desplegar tres mil unidades más de filtros HEPA.
La semana pasada, el gobierno anunció que retrasaría aún más la reapertura de las escuelas, y que los niños empezarían su año escolar bajo el formato online, al menos hasta el 17 de enero.
La decisión de cerrar las escuelas se tomó en medio de un aumento de los casos de COVID-19 alimentado por la variante Omicron, que ha hecho que los hospitales se enfrenten a un volumen de pacientes mayor de lo habitual y a la escasez de personal.
“Estas dos semanas proporcionarán el tiempo que tanto se necesita para aplicar más vacunas y refuerzos”, dijo Ford en ese momento.
“Es más tiempo para que las medidas de salud pública adicionales atenúen el rápido aumento de los casos. Sé que el aprendizaje en línea no es lo ideal, pero por encima de todo, quiero ofrecer a los estudiantes y a los padres seguridad, no la agitación de los cierres de escuelas porque no hay suficiente personal disponible para enseñar a nuestros hijos”.
Ayer, el ministro de educación provincial, Stephen Lecce, anunció que los educadores jubilados de Ontario podrán trabajar más días este año escolar para paliar la escasez de personal.
“Necesitamos personal para seguir proporcionando aprendizaje a distancia dirigido por los profesores y operar con seguridad nuestras escuelas cuando los estudiantes regresen al aprendizaje presencial”, decía el comunicado de Lecce.
“Por eso hemos llegado a un acuerdo con la Federación de Profesores de Ontario que permitirá acceder a miles de educadores cualificados que ayudarán a mantener las escuelas abiertas y seguras”.
Ayer más tarde, los alcaldes de las grandes ciudades de Ontario aprobaron una moción en la que decían que apoyaban los llamamientos de los expertos en pediatría y de los padres para reanudar las clases presenciales.
La moción fue presentada por el alcalde de Kingston, Bryan Paterson, secundada por el alcalde de Brampton, Patrick Brown, y aprobada por unanimidad.
El 31 de diciembre, el gobierno de Ontario señaló en un memorando que ya no recogería datos de casos de COVID-19 en las escuelas y los centros de atención infantil, citando las nuevas directrices de las pruebas.
“Dados los recientes cambios en la gestión de casos y contactos por parte del Ministerio de Sanidad y la OCMOH (Oficina del Director Médico de Sanidad), el ministerio suspenderá la notificación de casos de COVID-19 en las escuelas”, decía el memorándum.
Aunque ya no se publicará el recuento de casos, el ministerio dijo que seguirá informando del cierre de escuelas y guarderías debido al COVID-19.
Según los datos provinciales más recientes, el 46,7% de los niños de entre cinco y 11 años han recibido una dosis de la vacuna contra el COVID-19, mientras que el 3,5% ha recibido dos dosis y se considera que está totalmente vacunado.