La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica, inflamatoria y degenerativa que afecta al sistema nervioso central y que suele comenzar alrededor de los 25 o 30 años. Tanto la gravedad como los síntomas de esta patología pueden variar mucho de una persona a otra, lo que hace que el curso de esta dolencia sea imposible de predecir.
DESTACADOS.
+++ “Gracias a las mejoras en las técnicas diagnósticas y a la aparición de diferentes fármacos para el tratamiento de la esclerosis múltiple en la última década, los pacientes con esta enfermedad tienen un mejor pronóstico”, señala Miguel Ángel Llaneza, coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología.
+++ Según datos de la Sociedad Española de Neurología, tres de cada cuatro afectados de esclerosis múltiple son mujeres. Además, ellas tienen más probabilidades de comenzar con los síntomas de forma más precoz y de tener más brotes que los hombres.
++++ “Los brotes evolucionan de manera espontánea hacia la mejoría, aunque en ocasiones dejan secuelas definitivas. Entre un brote y otro pueden transcurrir meses o años, durante los cuales la enfermedad parece que está inactiva”, expone la Fundación del Cerebro.
“La esclerosis múltiple no es una enfermedad contagiosa ni hereditaria ni mortal”, destacan los especialistas de la Fundación del Cerebro.
Su origen guarda relación con la mielina, que es la sustancia que rodea las fibras nerviosas y que facilita la conducción de los estímulos nerviosos.
En el cerebro y en la médula espinal de las personas con esclerosis múltiple surgen, de manera consecutiva, focos de inflamación, denominados placas, que destruyen la mielina. “La interrupción de la transmisión de los estímulos nerviosos es lo que provoca los síntomas”, aclaran.
MÚLTIPLES SÍNTOMAS.
En este sentido, la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple de Estados Unidos señala que los síntomas de la enfermedad pueden incluir hormigueo, adormecimiento, sensaciones dolorosas, dificultades para hablar y visión borrosa o doble.
Asimismo, indica que algunas personas sienten debilidad muscular, pérdida de equilibrio, problemas de coordinación, rigidez muscular, temblores e incluso parálisis, que puede ser temporal o permanente.
“Son frecuentes los problemas intestinales y de vejiga, así como las alteraciones de la función sexual. La esclerosis múltiple también puede provocar fatiga, pérdida de memoria y dificultades para la concentración, además de producir cambios en el estado de ánimo”, añade.
La Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple puntualiza que todos estos síntomas pueden aparecer y desaparecer, manifestarse en diferentes combinaciones y pueden ser leves, moderados o severos.
“Aunque existen varias formas de presentación y evolución de la esclerosis múltiple y los síntomas varían enormemente, lo más frecuente es que la enfermedad se presente en ‘brotes’, es decir, con la aparición brusca de nuevos síntomas neurológicos”, explica Miguel Ángel Llaneza, coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología.
En este sentido, los expertos de la Fundación del Cerebro precisan que la mayoría de los pacientes con esclerosis múltiple padecen, a lo largo del tiempo, episodios de empeoramiento agudo, denominados brotes o recidivas, que son la consecuencia de la aparición de una nueva placa.
“Los brotes evolucionan de manera espontánea hacia la mejoría, aunque en ocasiones dejan secuelas definitivas. Entre un brote y otro pueden transcurrir meses o años durante los cuales la enfermedad parece que está inactiva. Esta forma de evolución de la esclerosis múltiple se denomina ‘recidivante-remitente’”, indica Llaneza.
Los especialistas de la Fundación añaden que “los síntomas de cada brote son muy diversos y varían en función de la parte del sistema nervioso central donde surge la placa”.
Otros pacientes tienen una esclerosis múltiple de curso progresivo, en la que los síntomas se agravan de manera continua.
“La enfermedad puede ir agravándose desde su aparición (esclerosis múltiple progresiva primaria) o puede agravarse tras un curso recidivante-remitente (esclerosis múltiple progresiva secundaria)”, manifiesta la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple.
CAUSAS Y TRATAMIENTOS.
“Las causas que hacen que se inicie esta enfermedad aún no están claras. Parece que se produce por una respuesta autoinmune anómala en individuos genéticamente predispuestos”, señala el doctor Llaneza.
Quien añade: “En ellos, ciertos virus o factores ambientales, como el virus de Epstein-Barr, el tabaco, los niveles bajos de vitamina D o un elevado índice de masa corporal durante la adolescencia, podrían influir en el desarrollo y la progresión de la enfermedad. Todo parece indicar que las mujeres muestran una mayor susceptibilidad hacia ellos”.
De hecho, según datos de la Sociedad Española de Neurología, tres de cada cuatro afectados de esclerosis múltiple son mujeres.
Además, ellas tienen más probabilidades de comenzar con los síntomas de forma más precoz y de tener más brotes que los hombres.
En este sentido, es necesario aclarar que la esclerosis múltiple es una enfermedad que, generalmente, comienza en la juventud. La Sociedad Española de Neurología manifiesta que los primeros síntomas suelen darse alrededor de los 25 o 30 años.
“No obstante, también existen casos de esclerosis múltiple pediátrica (sólo el 5% de los pacientes que sufren esclerosis múltiple debutan antes de los 18 años) o de esclerosis múltiple de comienzo tardío, con inicio posterior a los 50 años, aunque son poco frecuentes”, indica esta entidad.
En cuanto al tratamiento, los especialistas de la Fundación del Cerebro aclaran que no se conoce ningún medicamento que sea capaz de curar la esclerosis múltiple, “pero existen varios que la frenan y otros que sirven para aliviar los síntomas”.
“El inicio temprano del tratamiento y la evaluación también temprana de la respuesta terapéutica son básicos para mejorar el pronóstico de los pacientes”, indica el doctor Llaneza.
Gracias a las mejoras en las técnicas diagnósticas y a la aparición de diferentes fármacos para el tratamiento de la esclerosis múltiple en la última década, los pacientes con esta enfermedad tienen un mejor pronóstico.
“En todo caso, es necesario seguir investigando en tratamientos que puedan mejorar la seguridad, la adhesión al tratamiento y la calidad de vida de los pacientes”, concluye el doctor Llaneza.
Por Purificación León.
EFE/REPORTAJES