Un error de procedimiento impidió a la oposición principal de Canadá presentar su enmienda al presupuesto federal. El gobierno de Mark Carney, que busca asegurar el apoyo necesario para aprobar su plan económico, enfrenta las votaciones clave de esta semana con una leve ventaja numérica.
Durante el primer día de debate presupuestario, el líder conservador Pierre Poilievre expuso las críticas de su partido al plan fiscal, pero no presentó formalmente una enmienda, como dicta la tradición parlamentaria. La omisión permitió que el Bloque Quebequense tomara la iniciativa y registrara la primera moción de modificación, desplazando así a los conservadores del papel de principal contraparte en el debate sobre el presupuesto. Según fuentes legislativas, se trata de la primera vez desde 1997 que el Bloque asume ese rol.
El descuido dejó a los conservadores con la única opción de introducir una subenmienda a la moción del Bloque, lo que limita su capacidad de definir los términos del debate y de introducir cambios sustanciales al documento fiscal. El incidente ocurre en un momento en que el partido enfrenta tensiones internas tras la salida del MP d’Entremont, y cuando el gobierno busca posibles abstenciones o apoyos individuales para asegurar la aprobación del presupuesto.
Con 170 escaños, los liberales aún no alcanzan la mayoría, pero la falta de coordinación entre las bancadas opositoras podría facilitar la supervivencia del gobierno en las votaciones previstas para jueves y viernes. Ni el Bloque Quebequense ni los conservadores cuentan con apoyos suficientes para derrotar el presupuesto por sí solos, y el voto o abstención de los siete diputados del NDP podría ser decisivo para definir el futuro político inmediato del país.
Error de Poilievre deja a conservadores sin posibilidad de modificar presupuesto de Mark Carney
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