Rodrigo Díaz M.
Un tribunal bielorruso condenó a 10 años de prisión a Ales Bialiatski, máximo defensor de los derechos humanos en Bielorrusia y uno de los ganadores del Premio Nobel de la Paz 2022.
Bialiatski y otras tres personas con altos cargos en el centro de derechos humanos Viasna, fundado por él, fueron condenados por financiar acciones que violaban el orden público y contrabando.
Valiantsin Stefanovich fue condenado a nueve años de prisión; Uladzimir Labkovicz a siete años; y Dzmitry Salauyou fue condenado a ocho años de prisión en rebeldía.
Bialiatski y dos de sus socios fueron detenidos y encarcelados tras las masivas protestas por las elecciones del 2020 que dieron un nuevo mandato al autoritario presidente Alexander Lukashenko. Salauyou consiguió salir de Bielorrusia antes de ser detenido.
Lukashenko, que gobierna el país ex soviético con mano de hierro desde 1994, desató una brutal represión contra los manifestantes, la mayor de la historia del país. Más de 35 mil personas fueron detenidas y otras miles golpeadas por la policía.
Durante el juicio, que se celebró a puerta cerrada, Bialiatski, de 60 años, y sus compañeros permanecieron recluidos en un recinto enjaulado en la sala del tribunal. Han pasado 21 meses entre rejas desde la detención.
Viasna declaró tras el veredicto que los cuatro activistas han mantenido su inocencia.
En su discurso final ante el tribunal, instó a las autoridades a “detener la guerra civil en Bielorrusia”. Bialiatski dijo que, a partir de los expedientes del caso, le resultó obvio que “los investigadores estaban cumpliendo la tarea que se les había encomendado: privar de libertad a cualquier precio a los defensores de los derechos humanos de Viasna, destruir Viasna y detener nuestro trabajo”.
La líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Sviatlana Tsikhanouskaya, denunció el veredicto del tribunal como “espantoso”. “Debemos hacer todo lo posible para luchar contra esta vergonzosa injusticia y liberarlos”, escribió Tsikhaouskaya en un tuit.
El Comité Noruego de Helsinki, una organización no gubernamental que trabaja para garantizar que los derechos humanos se respetan en la práctica, dijo que estaba “conmocionado por el cinismo detrás de las sentencias que se acaban de dictar a nuestros amigos bielorrusos en Minsk”.
“El juicio muestra cómo el régimen de Lukashenko castiga a nuestros colegas, defensores de los derechos humanos, por levantarse contra la opresión y la injusticia”, declaró la secretaria general, Berit Lindeman, en un comunicado.