El forcejeo por la legitimidad del actual gobierno venezolano continúa, y esta semana aminoraron las acciones en el país suramericano, pero aumentó la tensión en Canadá, luego que la Ministra de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, convocara a una reunión al Grupo de Lima donde el gran ausente fue México.
Por Oscar Vigil
TORONTO. Mientras la Ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, se reunía esta semana con representantes de parte de los países latinoamericanos integrantes del Grupo de Lima, el principal grupo internacional de apoyo al autoproclamado presidente de Venezuela Juan Guaido, decenas de venezolanos, latinoamericanos y canadienses protestaban en contra de la posición adoptada por el gobierno de Canadá en esta problemática.
La protesta más impactante la protagonizaron dos activistas que desplegaron una pancarta con la leyenda “Alto al saqueo, fuera de Venezuela”, justo frente a la ministra Freeland en momentos en que daba declaraciones a la prensa acompañada de los representantes del Grupo de Lima. Las dos activistas fueron desalojadas del salón por agentes de seguridad, y la ministra Freeland y sus invitados continuaron con sus declaraciones a los medios de comunicación.
Mientras, afuera del edificio de Global Affairs Canada, lugar donde se realizó la reunión, decenas de personas protestaban con pancartas en mano porque consideran que Canadá esta interviniendo en los asuntos internos de Venezuela. Protestas similares se realizaron también en Toronto, frente a las oficinas de la ministra Freeland, en Vancouver, Montreal y otras ciudades del país.
El Resultado de la reunión del Grupo de Lima fue una declaración de 17 puntos en los cuales brindaron nuevamente su apoyo el autoproclamado presidente Juan Guaido, exhortaron a las Fuerzas Armadas Venezolanas a apoyarlo y, lo mas importante, por primera vez dijeron explícitamente que “reiteran su apoyo a un proceso de transición pacífica a través de medios políticos y diplomáticos sin el uso de la fuerza”.
Simultáneamente, el gobernó canadiense se comprometió a entregar ayuda humanitaria para los refugiados venezolanos valorada en 53 millones de dólares, adicionales a los 2.2 millones con los que previamente ya se había comprometido.