Rodrigo Díaz M.
El tan esperado juicio del personal médico que trató a la leyenda del fútbol argentino Diego Armando Maradona ha comenzado en la capital, Buenos Aires.
Maradona estaba convaleciente cuando murió de un ataque al corazón en su casa en el 2020, a los 60 años. Se había estado recuperando en casa de una operación de un coágulo cerebral a principios de ese mes.
Los fiscales alegan que la muerte de Maradona podría haberse evitado y acusan al personal del hospital de negligencia médica.
Los acusados dicen que Maradona había rechazado seguir con el tratamiento y que debería haber permanecido en el hospital más tiempo después de su operación.
Se arriesgan a penas de prisión de entre ocho y 25 años si son declarados culpables del cargo de “homicidio con posible intención”.
En su declaración inicial, la fiscalía dijo que tenía la intención de presentar pruebas “sólidas” de que ningún miembro del equipo “hizo lo que se suponía que debía hacer” en el “teatro del horror” que fue el lecho de muerte de Maradona.
Los investigadores han clasificado el caso como homicidio culposo, un delito similar al homicidio involuntario, porque dijeron que los acusados eran conscientes de la gravedad del estado de salud de Maradona, pero no tomaron las medidas necesarias para salvarlo.
Los acusados en el caso son un neurocirujano, un psiquiatra, un psicólogo, un coordinador médico, un coordinador de enfermería, un médico y el enfermero de noche.
Más de 100 testigos declararán en el juicio, que se espera que dure hasta julio.