Todos buscamos felicidad, pero ¿en qué consiste? “Es el estado natural de una persona. Cuando somos bebes siempre estamos felices y, si algo nos aleja de ese estado, se lo hacemos saber al mundo con nuestro llanto. Cuando tenemos hambre queremos a mamá cerca o cuando estamos incomodos con el pañal”, responde a Efe Cipriano Toledo, director del Centro de Psicoterapias Avanzadas (www.tapping.es) o CPA.
“Aunque parezca obvio, la felicidad es la ausencia de infelicidad”, señala Toledo, quien propone descubrir y analizar lo que nos puede hacer infelices para, a partir de allí, hacernos conscientes y corregirlo.
Para descubrir los obstáculos que nos ponemos a nosotros mismos para ser felices, Toledo propone realizar un sencillo ‘test’ de seis puntos, que nos llevará solo unos minutos, pero que puede ayudar a cambiar el curso de nuestras vidas.
“Si se efectúan habitualmente más de dos cosas de este sexteto, la infelicidad está asegurada”, señala a Efe este psicoterapeuta, que no se limita a señalar los hábitos o actitudes que nos perjudican, sino que además proporciona consejos prácticos para enmendarlos y poder recuperar ese estado natural de nuestra niñez.
1.- “NO AYUDO A LOS DEMÁS”
“Si se quiere ser infeliz, lo primordial es no hacer nada por los demás”, sentencia.
“Ver la felicidad en la cara de otra persona por algo que uno ha hecho, es una de las mayores fuentes de placer y, si uno se dedica a ayudar otros, verá la ventura ajena con frecuencia y se le dibujará un rictus en su cara que se llama sonrisa”, comenta Toledo.
Para este orientador, una forma de alejarse de la infelicidad es prestar la ayuda de forma directa y el voluntariado es una buena forma de canalizar esa contribución a la sociedad, “por ejemplo a través de webs como www.voluntariado.net, que permiten hallar la opción más adecuada para cada uno en distintos países”, agrega.
2.- “GANO DINERO PARA SER FELIZ”
Algo que provoca claramente la infelicidad, según Toledo, es creer que ganar todo el dinero posible puede comprar la felicidad.
Este experto aconseja utilizar el dinero para regalar algo a alguien, ya que “curiosamente la satisfacción de dar a lo demás dura mucho más que cuando se hace algo solo para satisfacer algún capricho propio”, señala.
Para este orientador, “una buena forma de usar la plata es llenar el coche de alimentos y acercarse con la familia al banco de alimentos más próximo, donde nos recibirán con los brazos abiertos y una gran sonrisa que recordaremos y que nos hará felices mucho tiempo”.
3.- “ESTOY EN FAMILIA EN BODAS Y FUNERALES”
“Si uno quiere ser infeliz debe disfrutar de su familia solo en ocasiones especiales, como cuando un familiar se casa o fallece, o considerar que la familia es solo una fuente de problemas”, ironiza Toledo.
“Si quiere sabotear su propia felicidad aléjese todo lo posible de su familia, ya que sus padres se hacen mayores y requieren ayuda, y sus hijos nunca se van a ir de casa y cuando lo hagan le traerán nietos”, prosigue.
Para cambiar esta visión, Toledo sugiere recordar “el bienestar de nuestros padres cuando veían nuestra cara el día de Reyes, o nuestra propia felicidad cuando compramos la primera bicicleta a nuestra hija o hijo” y tratar de rememorar esas sensaciones.
“¡Sorprenda a sus padres o haga sonreír a sus hijos o enamore a sus nietos, y llévelos al circo!, buscando el espectáculo más cercano en su ciudad”, recomienda.
4.- “CUIDO MI SALUD CON PASTILLAS”
Según Toledo, algunas personas creen que lo mejor es cuidar su salud de un modo fácil: con pastillas, que “toman para dormir, para despertarse, para la tensión, o para aportar vitaminas, porque es mucho mejor y ocupa menos tiempo que cuidar la alimentación, caminar para ir a los sitios o reírse con los amigos”.
“Solo cuando perdemos la salud, aunque solo sea un constipado, valoramos realmente su importancia y su influencia en nuestra dicha”, indica el experto.
“Si practicar ejercicio es uno de nuestros puntos flacos, ¿por qué no mezclarlo con algo divertido, como por ejemplo aprender a bailar el tango y sorprender a nuestra pareja con una noche de milongas?”, se pregunta.
5.- “NO TENGO AMIGOS”
De acuerdo a Toledo, para algunos individuos “si la familia es una fuente de problemas, los amigos lo son más, porque ocupan mucho tiempo y energía y requieren de mucha atención, como acordarse de sus cumpleaños o consolarlos, por ejemplo”.
“Son personas que piensan: “¡menos mal que están los ‘smartphones’ para atender lo realmente importante, como es el trabajo, los negocios y las redes sociales”, señala también con ironía.
“Los amigos son una de las mayores fuentes de felicidad a nuestro alcance y no hace falta que sean amigos de los que darían la vida por nosotros o nos prestarían 1.000 dólares sin pestañear, sino solo personas con las que hablar, reírse, llorar o enfadarse”, según el director de CPA.
Toledo propone hacer el siguiente experimento: “busque un sitio bonito, elija una buena hora en un buen día, invite a sus “amigos” de las redes sociales a una cerveza, dígales que, a las primeras veinte, invita usted y ¡deje que la vida le sorprenda!”.
6.- “VIVO BAJO EL BENDITO ESTRÉS”
“Nada mejor, para instalarse en la infelicidad que llevar una vida totalmente estresada y asumir las consecuencias de actuar así, como una ulcera, el insomnio o un ataque de ansiedad, ya que la calma, el bienestar y la paz son cosas de monjes vestidos con túnicas naranjas y la cabeza afeitada”, afirma en tono de broma Toledo.
Para corregir esa conducta o actitud, este profesional señala que “se puede vivir en paz sin tener que ingresar en un monasterio y hacer voto de castidad, ya que estar bien también puede ser divertido y fácil”, señala.
Toledo no conoce “nada tan sencillo, rápido y eficaz para sacudirse el estrés como el ‘tapping’, una herramienta al alcance de cualquiera, que soluciona problemas y que consiste en golpearse en el cuerpo con los dedos, ciertos puntos de los meridianos de energía de la medicina tradicional china”.
Como resumen, Cipriano Toledo, señala “la mejor manera de alcanzar la felicidad es procurar la dicha de los demás ya que se encuentran personas felices en ambientes de miseria o en la planta de cuidados paliativos, pero nunca se encuentran personas felices
sin amigos, o que solo piensan en si mismas”.
Por María Jesús Ribas
EFE/REPORTAJES