Rodrigo Díaz M.
Air Canada anunció que está poniendo en marcha una nueva opción de identificación digital voluntaria para algunos pasajeros que vuelan a través del Aeropuerto Internacional de Vancouver y visitan su sala VIP en el Pearson International de Toronto, en lo que se cree que es una primicia para una aerolínea canadiense.
El proceso permite a los viajeros embarcar en su puerta de embarque o entrar en una sala VIP sin necesidad de un documento de identidad físico, como el pasaporte o el carné de conducir. En su lugar, los usuarios suben una foto de su cara y un escáner de su pasaporte a la aplicación de Air Canada, donde se guardan los datos, conocidos como “huella facial”.
Los viajeros tienen que volver a dar su consentimiento cada vez que quieran utilizar su huella facial almacenada para un nuevo viaje, según ha declarado la aerolínea.
Los datos de reconocimiento facial se almacenan en los servidores de Air Canada hasta 36 horas después de la salida del vuelo, y la aerolínea afirma que la información solo se comparte con el socio que gestiona la tecnología de identificación digital antes de ser eliminada.
Aunque se trata de un proyecto piloto modesto, Air Canada espera ampliar la iniciativa a otros aeropuertos en el futuro.
En Estados Unidos, más de una docena de aeropuertos utilizan este tipo de tecnología desde el otoño pasado. El aeropuerto de Fráncfort (Alemania) anunció a principios de mes que este año implantaría la biometría en todas las fases del proceso de embarque.
Los viajeros de Nexus que pasan regularmente por la frontera entre Canadá y Estados Unidos ya facilitan datos biométricos para agilizar su cruce.
Aunque es pronto para implantar el reconocimiento facial, los aeropuertos y las aerolíneas están probando esta tecnología ahora con la esperanza de crear un proceso aeroportuario automatizado.
Gracias a esta nueva tecnología podría llegar al aeropuerto 20 minutos antes de la salida de su vuelo, en lugar de tres horas. Podría pasar por el check-in, el control de seguridad y el proceso de embarque sin sacar el pasaporte u otro documento de identidad de la maleta ni una sola vez.
Que ese futuro se haga realidad depende en gran medida de cómo se gestionen los problemas de privacidad en torno a los datos biométricos y del grado en que los viajeros se sientan cómodos con la tecnología “intrusiva” en el aeropuerto.
La forma en que Air Canada implante su software de seguimiento facial es fundamental para que los datos se manejen adecuadamente. Si los datos se utilizan en un marco individualizado, en el que una imagen facial se compara con tu cara sólo en el aeropuerto, es más probable que sea correcto.
Si, por el contrario, el enfoque es de uno a muchos, en el que una sola imagen facial se compara con posiblemente miles de otros rostros en masa en el aeropuerto, la tecnología puede ser problemática y es más probable que produzca falsos positivos.
El año pasado fue duro para muchos viajeros canadienses que se apresuraban a volver a viajar al extranjero y cruzar fronteras tras años de restricciones COVID-19.
Los grandes retrasos, las cancelaciones de vuelos y las pérdidas de equipaje fueron habituales en varios puntos de 2022, ya que las inclemencias meteorológicas agravaron la escasez de mano de obra en aeropuertos y compañías aéreas.
Esa falta de personal para satisfacer la demanda de los clientes es probablemente la causa de la apuesta por una mayor automatización en los procesos aeroportuarios.