Rodrigo Díaz M.
Las autoridades palestinas declararon recientemente que el número de muertos en Gaza ya ha superado los 24 mil.
Sudáfrica ha acusado a Israel de genocidio en la guerra contra Hamás, acusación que Israel ha rechazado. Aunque es probable que se tarde años en resolver el caso en su totalidad, el máximo tribunal de las Naciones Unidas podría pronunciarse en cuestión de semanas sobre la petición de Sudáfrica de que se ordene la suspensión inmediata de la ofensiva israelí. No está claro si Israel cumpliría alguna orden judicial.
El ataque de Hamás del 7 de octubre desde Gaza contra el sur de Israel, que desencadenó la guerra, mató a unas 1.200 personas y dejó a otras 250 tomadas como rehenes por los militantes.
Los directores de tres importantes organismos de la ONU advierten de que Gaza necesita urgentemente más ayuda o su desesperada población sufrirá una hambruna y enfermedades generalizadas.
Aunque los jefes de las agencias de la ONU no señalaron directamente a Israel, afirmaron que el suministro de ayuda se ve obstaculizado por la apertura de muy pocos pasos fronterizos, la lentitud del proceso de inspección de camiones y mercancías que entran en Gaza y los continuos combates en todo el territorio. Israel es un factor decisivo en todos estos aspectos.
El Programa Mundial de Alimentos (WFP), UNICEF y la Organización Mundial de la Salud afirmaron el lunes que es necesario abrir nuevas rutas de entrada a Gaza, permitir la entrada de más camiones cada día y permitir que los trabajadores humanitarios y quienes buscan ayuda circulen con seguridad.
“Los habitantes de Gaza corren el riesgo de morir de hambre a pocos kilómetros de los camiones cargados de alimentos”, declaró la directora ejecutiva del WFP, Cindy McCain. “Cada hora perdida pone en peligro innumerables vidas”.
Por su lado, Israel afirma que ha matado a unos ocho mil militantes en la guerra, menos de la mitad del total de las victimas resultado del conflicto en Gaza hasta el momento.
El Papa Francisco equiparó la guerra a los crímenes contra la humanidad.
En declaraciones al público reunido en la Plaza de San Pedro el domingo para su aparición semanal en la ventana, el pontífice dijo: “No olvidemos cuántos sufren la crueldad de la guerra en tantas partes del mundo, especialmente en Ucrania, en Palestina y en Israel”.
Francisco lamentó que “al comienzo del año intercambiamos deseos de paz, pero las armas siguen matando y destruyendo.” El Papa instó a reflexionar sobre el hecho de que la guerra “siembra la muerte entre los civiles y destruye ciudades e infraestructuras. En otras palabras, hoy la guerra misma es un crimen contra la humanidad”.