Las dos principales provincias de Canadá, Ontario y Quebec, ordenaron el cierre de todas las empresas que no son esenciales ante la rápida multiplicación de los casos de COVID-19, que ahora superan los 2.000 en todo el país.
Las últimas cifras proporcionadas este lunes por las autoridades canadienses señalan que 2.035 personas han contraído COVID-19 en el país, 603 casos más que los registrados un día antes, y el número de muertos se sitúa ya en 24.
Los primeros ministros de Ontario, Doug Ford, y Quebec, Francois Legault, indicaron que el cierre de negocios y empresas será obligatorio en las próximas horas, pero ambos recomendaron el cese inmediato de las actividades y que los ciudadanos se queden en casa.
Legault dijo que el cierre de negocios no esenciales para el funcionamiento de Quebec se mantendrá al menos hasta el 13 de abril.
La decisión se produce después de que la provincia francófona ampliase el número de pruebas para detectar el COVID-19 y la cifra de infectados aumentase en más de 400 personas en las últimas 24 horas.
Legault señaló en una rueda de prensa que los datos señalan que la enfermedad se está propagando ahora a nivel comunitario y no a partir de personas que llegan a Quebec procedentes del extranjero.
En Ontario la orden de cerrar todos los negocios no esenciales se empezará a aplicar en la medianoche del martes al miércoles y se mantendrá durante 14 días.
“Esta decisión no la tomamos a la ligera y la gravedad de esta orden no se me escapa”, declaró Ford.
En Ontario, el número de casos se situa en 503 tras la aparición de 78 nuevos contagios en las últimas 24 horas.
El cierre de Ontario y Quebec a todas las actividades que no sean esenciales para el funcionamiento de las provincias también coincide con las crecientes críticas de las autoridades del país ante el elevado número de personas que no están manteniendo el distanciamiento social.
Hoy, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, endureció su discurso durante una rueda de prensa y declaró que “ya basta” ante las imágenes de centenares de personas en las principales ciudades del país disfrutando en grupos en parques y lugares públicos, como si el país no estuviese en situación de emergencia.
“Váyanse a casa y quédense allí. Vamos a asegurarnos de que esto es lo que pasa. Ya sea educando a la gente u obligando el cumplimiento de las normas si es necesario”, añadió Trudeau.