Cecilia Flores de Rivas sufrió en su embarazo el síndrome Hellp, enfermedad que produce hemólisis, elevación de enzimas hepáticas y bajada de plaquetas. Frente a esta diagnosis su marido, Alejandro, oró y pidió oraciones a monseñor Óscar Arnulfo Romero, y el beato no decepcionó: Cecilia se recuperó y ahora su curación ha sido reconocida como el milagro que hacía falta para que Romero se hiciera santo.
El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, explicó que Cecilia sufrió, tras dar a luz, una serie de dificultades de salud que pusieron su vida en peligro, y fue su marido quien pidió al beato Romero que “ayudará a su esposa para salir de la complicación”.
“Alejandro le pidió a los hermanos de su comunidad que se unieran para orar por el milagro, por intercesión del beato Romero, y fruto de ello Cecilia salió de la situación crítica en la que estaba y regresó a su seno familiar con su bebé”, amplió Escobar Alas.
El arzobispo indicó que este milagro fue presentado al Vaticano después de la beatificación de monseñor Romero, en mayo de 2015, y “allá se encargaron se hacer los análisis y estudios que estos casos requieren”.
Indicó que el prodigio pasó por el análisis de un consejo de médicos y científicos, por un estudio teológico, por el concejo de cardenales y finalmente fue aprobado por el Papa Francisco, quien este miércoles firmó el decreto del milagro por intercesión de Romero.
“La Iglesia Católica se siente muy feliz por esta noticia y porque monseñor Romero ayudó a una familia a salir adelante (…) hoy nos regocijamos y rogamos por que el proceso de canonización salga como se tiene planeado y el beato Romero pronto sea elevado a los altares”, aseveró el religioso.
Escobar Alas dijo que aún no han tenido comunicación con el Vaticano, tras la noticia de la canonización, por lo que esperarán a que el Papa Francisco designe el lugar y la hora en que se realizará el acto de santificación.
Además, informó de que si el proceso de canonización no se lleva a cabo en tierras salvadoreños, la Iglesia Católica realizará un evento simultáneo para que “la feligresía salvadoreña sea parte de esta gran historia”.
Romero podría ser canonizado en el Vaticano junto con el Papa Pablo VI a finales del próximo mes de octubre en Roma, al culminar del Sínodo de Obispos sobre los Jóvenes, convocado del 3 al 28 de octubre.
Otra opción sería una posible canonización en El Salvador o en Panamá en enero de 2019, donde Francisco tiene previsto viajar para la Jornada Mundial de la Juventud, aunque está posibilidad fue descartada este jueves por el arzobispo panameño José Domingo Ulloa.
En marzo de 1994 se abrió el proceso de beatificación del prelado y tras concluirse su fase diocesana, que redacta el informe sobre la vida, en 1997 pasó a la Congregación de la Doctrina de la Fe para que diese su autorización.
Monseñor Romero fue asesinado por un francotirador de los escuadrones de la muerte, el 24 de marzo de 1980, año en que “comenzó oficialmente la guerra civil en El Salvador (1980-1992)”.
El 23 de mayo del 2015 el Vaticano lo beatificó en una ceremonia celebrada en la Plaza Divino Salvador del Mundo, en San Salvador.