Esta compañía tiene centros de tratamiento para la adicción a lo largo de Ontario y Alberta. Está ahora cerrando sin haberle pagado cientos de miles de dólares a sus empleados y su jefe principal enfrenta demandas criminales.
John Haines, el CEO de la compañía enfrenta cargos por fraude de millones de dólares, posesión de drogas y tráfico de drogas.
Haines ha disputado los cargos.
En un email ante los medios afirmó que su compañía cerrará por problemas económicos ya que es muy difícil mantener los más altos estándares de cuidado para sus pacientes.
Entretanto sus empleados están exigiendo que se les paguen sus salarios y han enviado quejas al Ministerio de Labor de Ontario.
Greg Gemus, uno de los trabajadores quien administraba importantes procesos dentro de la organización afirmó que se le debían $4,800.
“En mayo o junio, todos los cheques que consigné que venían de esta compañía rebotaban cuando intentaba consignarlos”, afirmó el trabajador.
Hacia el final de junio a los empleados se les debían tres cheques por su trabajo.
Eventualmente alrededor de 50 personas renunciaron. El año pasado, hubo alegaciones por parte de empleados que afirmaron que tampoco se les habían pagado sus salarios.
La investigación aún continúa.