Rodrigo Díaz M.
El Comité Consultivo Nacional de Vacunación (NACI, por sus siglas en inglés) ha anunciado que mantiene su recomendación de emergencia de prolongar hasta cuatro meses la administración de las segundas dosis de las vacunas contra el COVID-19.
Los expertos del NACI emitieron una recomendación a principios de marzo para ampliar el intervalo de dosificación de tres o cuatro semanas hasta un máximo de 16 semanas, porque los suministros de vacunas eran limitados y consideraban que era necesario conseguir cierta protección para más personas con mayor rapidez.
En su recomendación de seguimiento, basada en un estudio más reciente de la vacuna, el NACI dijo que sigue creyendo que es así.
“Esto ayuda a proporcionar una protección directa al individuo y a los que le rodean y también puede ayudar a prevenir la propagación en la comunidad”.
El grupo de expertos explicó que espera que la administración de las segundas dosis no acabe tardando tanto como las aplicaciones de la primera dosis, basándose en el suministro de vacunas previsto en Canadá.
La recomendación se produce justo cuando los organismos reguladores de Europa y el Reino Unido han actualizado su análisis del riesgo que supone la vacuna de Oxford-AstraZeneca al ser relacionada con la aparición coágulos de sangre en seres humanos.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) anunció que tiene suficientes pruebas para creer que algunos tipos de coágulos sanguíneos son un efecto secundario raro de la vacuna en un número muy pequeño de personas, pero siguen creyendo que los beneficios de la vacuna superan esos riesgos porque la amenaza del COVID-19 es aún mayor.
“El COVID-19 es una enfermedad muy grave con altas tasas de hospitalización y muerte y cada día el COVID sigue causando miles de muertes en toda la UE”, dijo el director ejecutivo de la EMA, Emer Cooke.
“Esta vacuna ha demostrado ser muy eficaz, evita los síntomas más graves y el riesgo hospitalización y está salvando vidas”.
La EMA está añadiendo a la etiqueta los coágulos de sangre como un efecto secundario poco frecuente de la vacuna, pero no está aconsejando que la vacuna no se administre a ningún grupo específico.
Cooke afirma que los coágulos de sangre se producen a un ritmo de entre uno de cada 100 mil personas en Alemania y uno de cada 600 mil en el Reino Unido.
Aunque la mayoría de los casos se han observado en mujeres menores de 60 años, dice que ha habido coágulos en personas de ambos sexos y de todos los grupos de edad.
Canadá dejó de utilizar la vacuna de AstraZeneca en personas menores de 55 años a la espera de que se realicen más estudios sobre la misma. Todavía no se sabe si esa recomendación cambiará.