Rodrigo Díaz M.
El ejército mexicano afirma que ha incautado más de cuatro toneladas de metanfetamina en redadas llevadas a cabo durante el fin de semana en el estado de Sinaloa, azotado por la violencia de carteles.
Los soldados allanaron almacenes y laboratorios de drogas en Higueras de Abuya, un pueblo situado a unos 75 kilómetros al sur de la capital del estado, Culiacán.
Un portavoz del ejército dijo que la incautación de una cantidad tan grande de la droga sintética, que en algunas formas se conoce por su nombre callejero de metanfetamina cristalina, supondría un duro golpe para cualquier banda criminal que estuviera detrás de los laboratorios.
El ministro de seguridad de México ha desplegado miles de tropas en el estado norteño de Sinaloa en un esfuerzo por controlar los cárteles de la droga que operan allí.
La incautación del potente y altamente adictivo estimulante se produce apenas dos semanas después de que la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, lograra convencer al presidente estadounidense, Donald Trump, de que pospusiera la imposición de un arancel del 25% a las importaciones mexicanas a Estados Unidos durante un mes.
Una de las razones que Trump había citado para imponer los aranceles era el flujo de drogas de México a Estados Unidos. También acusó al gobierno mexicano de tener “una alianza intolerable” con las organizaciones de tráfico de drogas.
Si bien el despliegue de tropas adicionales en Sinaloa es anterior a la disputa entre Estados Unidos y México por los aranceles, la incautación del alijo de metanfetamina será una buena noticia para el gobierno mexicano, que quiere demostrar a Estados Unidos que está haciendo su parte en la lucha contra los cárteles de la droga.
Hamlet Toledo, subjefe operativo del Estado Mayor del ejército, declaró que, además de las cuatro toneladas de metanfetamina incautadas este fin de semana, el ejército también había asegurado otro gran alijo de metanfetamina la semana pasada, lo que eleva el total a más de cinco toneladas.
El general Toledo dijo que uno de los almacenes donde se encontraron las drogas parecía haber albergado entre 15 y 20 personas, que se cree que huyeron antes de que llegaran los soldados.
Los soldados que localizaron los laboratorios sospecharon cuando vieron cubas de precursores químicos, necesarios para fabricar la droga, fuera de las propiedades.